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Dos días de diálogo poético en el municipio segoviano de Brieva

Lugareños y visitantes se dan cita en la segunda edición del festival Pan Duro con tertulias, conciertos y recitales

Cartel del certamen de poesía Pan Duro.
Cartel del certamen de poesía Pan Duro.

El señor Vidal es un diccionario andante. Hace tiempo se autoimpuso la misión de salvaguardar el vocabulario rural, para que no cayera en desuso. Por eso rescata y protege con celo palabras como morgaño (araña en este caso, por más que en el diccionario de la RAE ponga "ratón") o añusgarse (atragantarse). Doña Consuelo es la boticaria, pero, sobre todo, le gusta cantar. El pastor Pedro recita y la mayoría de los habitantes del pueblo tiene dotes teatrales, no en vano, llevan interpretando Jesucristo Superstar desde hace 20 años. Esto es Brieva, una población de Segovia con apenas 100 almas y el mejor sitio del mundo para celebrar este viernes y sábado el certamen de poesía Pan Duro, que ya va por su segunda edición.

"Sus habitantes tienen una tradición cultural con el uso de la palabra", dice Javier Benedicto, su director. Y pone otro ejemplo: "Dedican sus noches estrelladas a la práctica de la narración y el recitado". Por eso, los lugareños colaborarán activamente este fin de semana en esta experiencia poética, que fletará varios autobuses desde Madrid y Segovia: "caravanas de poetas". Contará con las actuaciones del premio Nacional de Poesía Juan Carlos Mestre, las melodías folk del grupo Club del río, la polipoesía rebelde de Los Peligro (Sergio C. Fanjul y Liliana Peligro) o una tertulia en la que los ciudadanos de Brieva contarán historias sobre la tradición oral del pueblo.

En una actividad llamada Momento Verso: Tú me das el tema, yo escribo el poema, se creará un espacio de improvisación alrededor de una máquina de escribir. Los lugareños proponen temas que se convertirán en versos, en directo. Otros lo llevarán más preparado, como cuatro poetas que han ido unos días antes para empaparse de la idiosincrasia y recitarán el resultado durante el festival. Y la madrugada del viernes, Ouka Leele, poetisa y ganadora del Premio Nacional de Fotografía, abrirá el nuevo año poético con 12 campanadas. Cómo no, el señor Vidal, doña Consuelo y el pastor Pedro estarán allí para celebrarlo.

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