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Vecinos de Sant Joan Despí evitan ser expulsados del edificio donde viven

La movilización de los inquilinos consigue que la empresa llegue a un acuerdo para no incrementar un 100% el precio de los pisos

Alfonso L. Congostrina
Activistas de la PAH el año pasado en Barcelona.
Activistas de la PAH el año pasado en Barcelona.m. m.

Más de 450 vecinos de Sant Joan Despí no serán expulsados de sus pisos tras negociar con el fondo inversor propietario del edificio, que les había exigido aumentos de entre el 40% y el 100% en el precio de alquiler. Los inquilinos viven en 121 viviendas del bloque 113 de la avenida Barcelona, un edificio que, gracias en parte al recientemente creado sindicato de inquilinos, se ha convertido en símbolo de la lucha contra las subidas del precio del alquiler.

“Gracias a la presión obligamos a la empresa a negociar de forma colectiva y no individual, como quería”, sostiene Óscar Alcobendas, uno de los afectados. Hace unas semanas la propietaria ofreció una propuesta que fue rechazada. Este martes tuvo lugar la segunda propuesta. “A los que nos finalizaba el contrato este año nos han ofrecido un aumento del 5% en el alquiler de lo que queda de 2018, otro 5% en 2019 y un 10% en 2020”, señala Alcobendas. Los 94 pisos cuyos contratos finalizaban en marzo han aceptado las condiciones. “Ha sido muy duro porque el mercado está totalmente disparatado. Además no hay pisos ni en Sant Joan Despí ni en Cornellà... Para alquilar algo asequible hay que irse, por lo menos, a Berga”, mantiene el vecino.

Los vecinos de este edificio hicieron pública su situación el pasado mes de enero. Alcobendas ha recordado a EL PAÍS que la empresa a la que habían alquilado los pisos había vendido el bloque entero a la entidad Goldman Sachs. “Recibimos unos burofax del nuevo fondo donde se nos anunciaban las subidas en el precio del alquiler y se nos decía que en caso de que no las admitiéramos se nos exigiría entregar las llaves de nuestras casas”, relata. “El precio de los alquileres es de entre 600 y 900 euros y las nuevas condiciones, en la mayoría de casos, duplicaban esas mensualidades”, denuncia Alcobendas.

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Los vecinos comenzaron a movilizarse. Contactaron con el Sindicato de Inquilinos y con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y pronto fueron protagonistas de varias manifestaciones, algunas de ellas de las más multitudinarias habidas en Sant Joan Despí. La presión obligó al pleno del Consistorio a apoyar a los vecinos. El Ayuntamiento, con los votos favorables de PSC, Sí que es Pot, ERC, ICV-EUiA y CiU (no contaron con el apoyo ni de PP ni de Ciudadanos), se comprometió a apoyar la mediación con la empresa propietaria del inmueble.

Alcobendas sostiene que la negociación continúa. “Los vecinos del bloque siempre nos hemos mantenido como una piña y seguiremos haciéndolo. A los que les vence el alquiler en 2019 la empresa les ofrece una subida del 10% el primer año, otro 10% el segundo año más el IPC y a los que se les acaba en 2020 les pide el 20% más el IPC acumulado. Dos propuestas que no acaban de ajustar y que seguiremos luchando hasta encontrar una solución”, sostiene el portavoz del bloque.

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El recientemente creado sindicato de inquilinos ha calificado la negociación de éxito. En las redes sociales ha publicado: “Es una prueba emocionante de todo lo que somos capaces de lograr juntas las personas que vivimos de alquiler”. El sindicato asegura que gracias a la negociación también han podido “luchar” por la “letra pequeña del contrato, como por ejemplo la cláusula de protección de datos, la actualización de la renta, las garantías adicionales, las reparaciones, el derecho a desistimiento, el seguro, el preaviso, la prorroga…”.

El portavoz del sindicato inquilino, Jaime Palomera, ha destacado que el bloque de Sant Joan Despí es “una victoria sin precedentes en España”. El portavoz resalta que la “burbuja no es cosa de los centros urbanos o turisficados sino que se extiende por todo el territorio porque está cocinada políticamente: Es un problema que va incluso más allá de las áreas metropolitanas: en Manresa, por ejemplo, hay un bloque con 70 familias viviendo de alquiler a las que la propiedad les exige una subida del 100%.”

Los vecinos del bloque de Sant Joan Despí ya se han convertido en un referente de la lucha de los inquilinos contra los fondos de inversión que se han apropiado de decenas de pisos en toda Cataluña.

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