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Las pantallas modernizan las calles del Poble Espanyol

El recinto histórico de Montjuïc se renueva con espacios multimedia para atraer más público

Imágenes de la renovación del Poble Espanyol.
Mar Rocabert Maltas

Pasear por calles y plazas de diferentes pueblos de España en Barcelona podía ser atractivo en 1929, cuando el Poble Espanyol se inauguró para la Exposición Internacional de Barcelona, y quizá unos cuántos años más. Pero en el siglo XXI esta experiencia ha quedado un poco obsoleta y el histórico recinto de Montjuic se ha modernizado, aunque sin artificios, con pantallas interactivas y espacios multimedia que quieren ofrecer al visitante una experiencia más vivencial, donde toman más protagonismo el paisaje y la gente. ”El Poble Espanyol quiere acoger el alma y la diversidad de una cultura o culturas”, según su director, Antoni Vidal.

Siete nuevos espacios audiovisuales dan este toque más actual al recinto. En la entrada, una zona de bienvenida con ocho pantallas interactivas permiten planificar la visita y conocer la historia de este peculiar sitio, que el año pasado visitaron 1.250.000 personas. Con los cambios, el objetivo es incrementar en unos 200.000 el número de visitantes, y ya se está haciendo promoción dirigida al turismo, aunque el público local también se quiere potenciar.

La zona de bienvenida interactiva.
La zona de bienvenida interactiva.Poble Espanyol

Los 2,3 millones de euros de inversión también han servido para crear cinco espacios audiovisuales inmersivos para descubrir la diversidad paisajística y cultural de España. El territorio se ha fraccionado en Cataluña, Islas Baleares y el Mediterráneo; el Norte; el Sur y los Paisajes del Quijote (Centro), y se ha añadido un espacio dedicado al Camino de Santiago. “La tecnología ha permitido que las piedras hablen”, dice el director, en referencia a las calles, edificios y plazas, que hasta ahora conformaban el interés del recorrido.

La mayor dimensión de esta apuesta multimedia se lo lleva el espacio ‘Fiesta’, de 150 metros cuadrados y con un mapping de siete metros de altura, que muestra las principales fiestas populares como la Patum de Berga, los Castells de Cataluña, Es Jaleo de Menorca, la Semana Santa andaluza o los Sanfermines de Pamplona. Transmitir el carácter, las emociones y las vivencias de las diferentes regiones es la intención, dice Salvador Rovira, consejero delegado, quien añade que la inversión persigue "actualizar el mensaje del Poble Espanyol".

Hace unos años que este espacio cultural y de ocio se quiere sacar la etiqueta de ser un lugar solo para el turismo o las escuelas, y ha hecho un rumbo para atraer más público local, sobre todo con actividades culturales. Las que consiguen más visitantes son la fiesta de fin de año, los conciertos de música, el Festival de Títeres de Barcelona, la Feria Medieval o el Sónar.

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Sobre la firma

Mar Rocabert Maltas
Es periodista de tendencias y cultura en la redacción de Cataluña y se encarga de la edición digital del Quadern. Antes de llegar a EL PAÍS, trabajó en la Agència Catalana de Notícies. Vive en Barcelona y es licenciada en Periodismo por la Universitat Pompeu Fabra.

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