_
_
_
_
_

El turismo del Pirineo esquiva el ‘procés’ y se dispara en diciembre

El Val d'Aran, referente del turismo de nieve en Cataluña por la estación de Baqueira Beret, ha cerrado su mejor año desde 2006

Cristian Segura
Cola de esquiadores en la estación de Baqueira Beret, en el Val d'Aran.
Cola de esquiadores en la estación de Baqueira Beret, en el Val d'Aran. Javi Martín

La desaceleración del turismo en Cataluña en el último trimestre de 2017 se ha topado con el macizo pirenaico porque la nieve caída en Navidad ha podido más que cualquier otro factor. El Val d'Aran, referente del turismo de nieve en Cataluña por la estación de Baqueira Beret, ha cerrado su mejor año desde 2006, según el Gobierno comarcal. Un 62% de los esquiadores proceden del resto de España, un 23% de Cataluña y el 14% son extranjeros. “Hemos tenido una mejora de la ocupación y un aumento de los días de estancia. El turismo de otras regiones se ha mantenido, también el catalán. No hemos notado represalias de ningún tipo”, explica Ambrós Barberà, presidente del Gremio de Hostelería del Val d'Aran.

Más información
La llegada de turistas cae un 4,7% en Cataluña tras el 1-O
El gasto por turista en Cataluña resiste en octubre pese a la caída de llegadas

La ocupación hotelera en el conjunto de Cataluña ha descendido en los últimos meses. Las cifras del Instituto de Estadística de Cataluña y del Instituto Nacional de Estadística indican que la ocupación disminuyó en octubre un 2,7%, y en noviembre, un 6,2%, frente a un crecimiento medio en España del 2,1%. Las previsiones de ocupación del Gremio de Hoteleros de Barcelona para las fiestas navideñas era del 77%, diez puntos menos que en 2016. Las cifras contrastan con algunas zonas de Cataluña, en especial el Val d'Aran, que cerró 2017 con su mejor cifra turística desde 2006. Según el Conselh Generau d'Aran —el gobierno autónomo de la comarca—, la ocupación hotelera aumentó en 2017 un 4,29%.

Eric Hart, director de la agencia inmobiliaria AranCasa, asegura que el incremento de su facturación respecto a la temporada anterior ha sido de un 40%. Hart destaca que una de las razones de la mejora es que el año pasado por estas fechas apenas había caído nieve. Pero Hart también cree que la zona se ha beneficiado por desmarcarse del proceso de independencia de Cataluña. En las elecciones del 21 de diciembre los partidos no secesionistas sumaron en el Val d'Aran el 66,7%. “Los resultados electorales nos ayudan”, dice Hart, “porque demuestran que el valle es un lugar estable y abierto a España y a Europa”.

Dolors Solà, responsable de la inmobiliaria aranesa Montplay, sitúa entre el 25% y el 30% el aumento del negocio: “Tras el puente de la Purísima, que fue bien comparado con el de 2016 porque ha habido buena nieve, se produjo un parón en las ventas por la cuestión política, pero ahora se ha recuperado y hemos llegado al 100% de ocupación. El Pirineo queda al margen del conflicto político, quizás a diferencia de Barcelona, que está en primera línea”, dice Solà.

Crece el gasto por persona

Los negocios turísticos y de restauración araneses constatan un claro aumento del gasto de los visitantes por la recuperación económica. El Gremio de Hostelería estima que la estancia media ha subido de tres a casi cuatro días. Dolors Solà, de la inmobiliaria Montplay, asegura que la media de pernoctaciones en Navidad ha sido de cinco a siete noches, frente a las dos o tres de 2016. La inmobiliaria AranCasa y el restaurante Era Mola confirman el aumento. La encargada de este último negocio subraya que el gasto de los clientes lleva dos años creciendo. Las inmobiliarias corroboran que el turismo español se ha mantenido, pero destacan, como también lo hace el Gremio de Hostelería y el Gobierno aranés, un crecimiento destacable de turistas extranjeros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El turismo en el conjunto del Pirineo de Lleida prevé mantener el tipo por encima de la evolución en Cataluña, aunque sin el tirón que ha experimentado el Val d'Aran. Las previsiones de la Diputación de Lleida, hechas públicas en otoño, apuntaban que, entre Navidad y Reyes, el Pirineo conseguiría 250.000 pernoctaciones turísticas, un 31% más que las previsiones que se realizaron para las mismas fechas del año pasado. Las estimaciones de la diputación para la venta de forfaits durante las vacaciones en las 11 estaciones de la provincia eran de 250.000 abonos, un 25% más que en sus previsiones de 2016. Para el conjunto de la temporada de esquí, las previsiones presentadas en noviembre eran de un aumento en ventas del 4%.

Las estadísticas de ocupación del puente de la Purísima ya reflejaron un indicador de la tendencia: la ocupación fue de entre el 80% y el 85%, según la Diputación de Lleida, frente al 60% de 2016, una evolución que ha dependido en buena parte de las mejores condiciones de nieve. Una portavoz de la estación de Boí Taüll, en la comarca de la Alta Ribagorça, destaca que su volumen de negocio se ha mantenido estable con relación a la temporada anterior, en parte porque no tuvo los problemas de carencia de nieve de Baqueira —el Val d'Aran se encuentra en la vertiente norte del Pirineo— y porque su clientela es, a diferencia de la estación aranesa, mayoritariamente catalana.

Ocupación dispar

Las cinco estaciones de esquí propiedad de la Generalitat han corrido suertes distintas: Port Ainé y Espot, dos estaciones en el Pirineo de Lleida, “abrieron con menos [VISITAS]turistas que el año pasado pero hoy por hoy la evolución es progresivamente al alza”, según Ferrocarriles de la Generalitat, titular de estos centros. La evolución en conjunto es moderadamente positiva y todo apunta a que si el crecimiento medio en Lleida se puede disparar, es gracias a Baqueira.

Vallter, en el Pirineo de Girona, otro centro de la Generalitat, “no está cumpliendo las previsiones” porque hasta este fin de semana no ha nevado con ganas. La estación de Vall de Núria, también en Girona, tiene una ocupación del 82% y sus responsables aseguran que han recibido un 34% más de esquiadores de que lo que indicaban las previsiones al inicio de temporada. En la estación de esquí de La Molina (Girona) aseguran que han experimentado un crecimiento del 11,6%.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_