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Colau cerrará el año con un superávit de siete millones de euros

El Ayuntamiento de Barcelona reduce drásticamente el dinero de la caja, 97,5 millones en 2016

Clara Blanchar
Colau, durante el pleno del pasado viernes.
Colau, durante el pleno del pasado viernes.Joan Sánchez

El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reducirá a la mínima expresión el superávit cuando cierre el año 2017: pasará de 97,5 millones de euros en 2016, a solo siete millones, según la previsión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) . El superávit es el famoso “dinero que hay en el cajón”, que el ejecutivo de Barcelona en comú siempre ha defendido que debe gastarse.

De ahí que cuando llegó al gobierno, Colau aprobó dos modificaciones presupuestarias para destinar el superávit del anterior ejecutivo de Xavier Trias (CiU) a gasto social. “El Ayuntamiento de Barcelona no tiene previsto hacer superávit dado que considera que necesita todos los recursos disponibles”, defendieron ayer fuentes municipales, que precisaron que la cifra definitiva no se conocerá hasta febrero, cuando se habrá cerrado hasta la última factura.

La cuestión es que la radical reducción del déficit contrasta con las normas de estabilidad, la Ley Montoro, que obliga a controlar mucho el gasto de las administraciones locales. La AIREF alerta en un informe hecho público el lunes que Barcelona incumple el objetivo de estabilidad para 2017, pero cumple con la regla de gasto de este mismo año y con el objetivo de estabilidad de 2018. La entidad, pues, recomienda al consistorio barcelonés que por su riesgo “moderado”, “adopte medidas necesarias para corregir las posibles desviaciones en caso de materializarse los riesgos”.

La AIREF ve riesgo en las cuentas de Barcelona porque incumplen con el Plan Económico Financiero (PEF) que aprobó el gobierno con la ampliación presupuestaria de 2015 y posteriormente en 2016. Desde el consistorio responden que el PEF con la ampliación previó “un superávit formal máximo de 118 millones que se vería reducido por las inversiones financieramente sostenibles que se pudieran incorporar” de acuerdo al superávit final. Y cuantifica las “inversiones financieramente sostenibles” en 111 millones. De ahí el resultado estimado de siete millones para este 2017.

Este tipo de inversiones son las que se podrán mantener en el tiempo. Por ejemplo, si se construye un polideportivo, se podrá pagar agua, luz y personal. El consistorio también responde que en 2017, con unas cuentas propias y no prorrogadas, aprobadas por cuestión de confianza, no ha sido necesario hacer Plan Económico Financiero.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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