La fiscalía investiga por un delito de odio al profesor de la UB que insultó a Iceta con comentarios homófobos

La Fiscalía de Barcelona investigará por un delito de odio al director del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la Universidad de Barcelona (UB), Jordi Borrell Hernández, por los comentarios homófobos que publicó el domingo en Twitter contra el líder del PSC, Miquel Iceta. Borrell, quien dimitió ayer de su cargo en la UB, publicó en la red social que Iceta era un “ser repugnante” y un “impostor” que tiene “los esfínteres dilatados”. La UB condenó las declaraciones del profesor y el rector, Joan Elias, aceptó su dimisión.

El ministerio público señaló en un comunicado que la sección de delitos de odio y discriminación de la Fiscalía de Barcelona ha acordado abrir una investigación de oficio contra el profesor de la UB para determinar si el mensaje que publicó el domingo en Twitter sobre Iceta podría ser constitutivo de un delito de provocación a la discriminación por motivos de orientación sexual ya que el candidato del PSC es, como él mismo ha reconocido, gay. “Carles: no te pongas a su nivel. Iceta es un impostor. Un ignorante y un demagogo que vive del partido desde hace 30 años. Tiene los esfínteres dilatados y baila al son de Ciudadanos y del PP. Es un ser repugnante”, tuiteó Borrell el domingo, dirigiéndose al expresident Carles Puigdemont. El comentario generó duras críticas en Twitter y el docente, que en un principio dijo que no estaba insultando al dirigente socialista, sino que era “una metáfora simpática”, terminó borrando su texto.

Sin embargo, ya en otras ocasiones, el profesor se ha referido al candidato socialista como “un payaso”, “un capullo” o “un ser malévolo”, entre otros insultos. “Uno es un progresista de verdad. No un payaso que baila mientras otros están encarcelados”, dijo sobre Iceta en una ocasión anterior en esa red social. El primer secretario del PSC no ha sido el único objeto de las invectivas de Borrell. También usó una imagen de Iceta junto a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, en una manifestación por la unidad de España, para atacar a la miembro del Gobierno.

El científico pidió ayer disculpas a través de Twitter y calificó sus declaraciones como “un error imperdonable”. “Tras el revuelo de mi desafortunado tuit de ayer [por el domingo], quiero pedir disculpas a todos y todas las personas que se ofendieron con razón. Especialmente a Miquel Iceta Llorens”, dijo. El docente insistió en que no es “homófobo, ni mucho menos” y tildó los tuits de “una metedura de pata”.

Condena de la universidad

La Universidad de Barcelona condenó ya el domingo los comentarios de Borrell. “La UB rechaza los comentarios inaceptables de Jordi Borrell Hernández. Son injustificables y ajenos a los valores universitarios”, indicó la entidad a través de las redes sociales. Su rector, Joan Elias, recalcó también a través de Twitter que los comentarios eran “inaceptables” y ayer aceptó la dimisión del docente como responsable del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la universidad. Dimitir “es lo mínimo que podía hacer después del disparate del tuit”, admitió el propio Borrell a Efe. El científico explicó que el próximo lunes presentará su dimisión por escrito para poder dejar listo este viernes un proyecto que coordina.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, condenó los comentarios homófobos contra Iceta. “Inadmisible este tipo de comportamientos. Miquel, tienes todo nuestro apoyo”, dijo en las redes sociales. El colectivo LGTBI del PSC puso en marcha el domingo una iniciativa en la plataforma change.org para pedir la destitución del profesor. En menos de 24 horas, más de 10.000 personas habían apoyado la demanda.

Tras la dimisión del profesor y la investigación de la fiscalía, el propio Iceta, que había anunciado que denunciaría los comentarios, dio instrucciones al PSC de paralizar las actuaciones judiciales. El dirigente socialista publicó un tuit aceptando las disculpas de Borrell y llamó a los ciudadanos a promover “el respeto” y esforzarse para “erradicar la homofobia y para que el debate público nunca degenere en insultos, violencia o cualquier forma de intolerancia”.