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Cataluña registra más de 100 casos de legionela en lo que va de año

El 2017 ya es el segundo año más mortífero de la última década con ocho fallecidos

Jessica Mouzo
Imagen al microscopio de la Legionella pneumophila
Imagen al microscopio de la Legionella pneumophilaGETTY IMAGES

Más de un centenar de personas han sufrido legionela en lo que va de año en Cataluña. Esta enfermedad infecciosa, provocada por la bacteria del mismo nombre, tiene un cuadro clínico similar al de la neumonía y se contagia por vía aérea, al inhalar el bacilo. Según datos provisionales de la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT), se han registrado 109 casos en 2017, un 53,5% más que en todo 2016. Las ASPCAT mantiene bajo lupa dos brotes detectados en Llinars del Vallès y Blanes (La Selva) que ya han dejado cinco fallecidos en las últimas semanas. Salud Pública ha contabilizado ocho muertes en todo el año.

El Departamento de Salud advierte de que, con dos brotes abiertos y a falta de un mes y medio para que termine el año, los datos que maneja de 2017 todavía son provisionales. Sin embargo, las primeras cifras apuntan a un fuerte envite de la legionela este año: se han contabilizado 24 brotes, 109 afectados (dentro de algún brote o como casos esporádicos) y 8 fallecidos. Con estos datos, el 2017 ya sería el segundo año más mortífero por legionela en Cataluña. Solo el brote de Sabadell de 2014, con 13 fallecidos, supera las muertes registradas en lo que va de año. En 2016, hubo 20 brotes, 71 afectados y 2 fallecidos.

La legionela es una enfermedad infecciosa provocada por la bacteria Legionella pneumophila, que suele encontrarse en lugares húmedos, como zonas de agua estancada. La dolencia infecciosa no se contagia de persona a persona, sino que se transmite al inhalar la bacteria, que viaja por el aire a través de gotas de agua microscópicas. Al aspirarla, llega a los pulmones y se reproduce sin control. La enfermedad suele tener buen pronóstico, aunque la evolución favorable del paciente se puede complicar si presenta factores de riesgo como el tabaquismo, patologías crónicas graves (cáncer, cardiopatías, etc.) o edad avanzada. “La legionela no tiene una mortalidad elevada, no pasa del 10%”, matiza el doctor Antoni Trilla, jefe de epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona.

La presencia de la bacteria suele seguir un patrón estacional, que hasta ahora se reducía a finales de primavera y el verano. Sin embargo, en los últimos años se han registrado algunos brotes entre septiembre y octubre, por lo que el tiempo de acción se ha ampliado. “Puede ser multifactorial. Por ejemplo, factores climatológicos como la temperatura y la humedad pueden influir”, apunta Cristina Pérez, subdirectora regional de Barcelona de la ASPCAT. Las principales instalaciones de riesgo son las torres de refrigeración de grandes empresas, fuentes ornamentales, riesgos por aspersión o vehículos de limpieza municipal que utilizan equipos de agua.

Pese a que los técnicos de Salud Pública y las administraciones sanitarias han reforzado los niveles de control de legionela con inspecciones habituales en las instalaciones de riesgo, Cataluña es la comunidad que más brotes registra en España. Los expertos lo achacan a la eficacia de sus sistemas de vigilancia epidemiológica. La legionela es una enfermedad de declaración obligatoria y urgente desde 1996.

Sin embargo, la alta presencia de personas afectadas cada año —no suele bajar de 60 casos anuales— ha obligado a Salud a poner en marcha un plan de choque en las zonas de mayor riesgo. Así, desde 2015, la ASPCAT ha centrado esfuerzos en el entorno metropolitano de Barcelona (las comarcas del Vallès Oriental y Occidental, el Baix Llobregat, el Maresme, el Alt Penedès y Garraf). “Elegimos las zonas donde hay más incidencia y donde hay más densidad de población y más tejido empresarial”, justifica Pérez.

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En estas zonas, Salud Pública ha reforzado los programas de control de legionela que hacen habitualmente los técnicos de la ASPCAT en todo el territorio. “Lo que hacemos es intensificar el control oficial de las instalaciones, incrementar la toma de muestras sistemática en zonas de alto y bajo riesgo y sensibilizar para capacitar a los técnicos municipales y a las empresas de limpieza viaria y de parques y jardines para que controlen también”, agrega Pérez.

Aunque Salud señala que todavía no hay resultados definitivos, sí se ha detectado que a medida que se intensifica la toma de muestras, salen menos resultados positivos por legionela y la incidencia de brotes va a la baja.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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