La huella del arte de los Borja
La Generalitat presenta la ruta de los Borja como producto turístico y cultural
Los Borja son la familia valenciana más universal. Sinónimo de poder, corrupción y lujo, les ha perseguido una leyenda negra que ha ocultado, en parte, su faceta de mecenazgo artístico y cultural. Los papas Borja convirtieron Roma en centro del arte y la cultura del Renacimiento, su tiempo es el del gran arte y la nueva cultura humanista, la era de los descubrimientos. Bramante, Pinturicchio o Leonardo da Vinci trabajaron para los Borja que se avanzaron a la modernidad; moderna era su idea del poder y la manera de ejercerlo.
Con ellos entró en Valencia el arte renacentista y un impresionante patrimonio histórico, cultural y artístico que permanecen todavía hoy en día vivos en una apasionante ruta de las Bellas Artes que ahora se quiere potenciar como reclamo turístico y cultural. En la Feria del Turismo de Madrid, FITUR, la Generalitat ha presentado la ruta de los Borja como una experiencia única que recorre el esplendor de la familia valenciana más universal y poderosa de Europa en los siglos XV y XVI. La huella de los conocidos, universalmente, como Los Borgia está presente de forma viva en Valencia, Gandía, Xàtiva, Canals, Llombai, Albaida, Vallés, Castelló de Rugat o los monasterios de Santa Maria de Simat de la Valldigna y de San Jerónimo de Cotalba en Alfauir. Una ruta de arte, paisaje, historia y cultura.
La huella de los Borja es bien visible en la ciudad de Valencia. Se manifiesta en la iglesia de San Nicolás, arquitectura gótica y decoración barroca con suntuosas pinturas conocidas ya como la Capilla Sixtina valenciana. Fue la primera parroquia en la que fue rector Alfonso de Borja, futuro papa Calixto III.
En la catedral, Alfonso de Borja ordenó construir la capilla de San Pedro, y su sobrino, Rodrigo de Borja, antes de ser proclamado papa, encargó los exquisitos frescos renacentistas de los ángeles músicos. En la capilla dedicada a san Francisco de Borja se pueden admirar dos excelentes lienzos de Goya dedicados al IV duque de Gandía. La huella viva de los Borja pasa también por el Palacio de las Cortes Valencianas, residencia de la família y por la Universidad, que se fundó en el año 1500 gracias a la bula del papa Alejandro VI.
Xàtiva y Canals son la cuna de los Borja. En Canals, se conserva imponente la Torre de los Borja, lugar donde nació en 1378 el papa Calixto III. Justo enfrente se sitúa el Oratorio que formaba parte del conjunto palaciego. Xàtiva y Gandía son las grandes ciudades de los Borja, centros de referencia del arte y del patrimonio borgiano. En Xàtiva se conserva, en una bella plaza, la casa natalicia de Rodrigo de Borja, el todopoderoso Alejandro VI. El patrimonio artístico y el espíritu de la familia se encuentran también en la Colegiata, las iglesias de San Francisco y de San Pedro, donde fue bautizado Alejandro VI, el Museo de Bellas Artes, el Palau, el convento de Santa Clara, la ermita de Santa Ana y el inexpugnable castillo, testimonio y mirador imponente de la historia.
En Gandía, el Palacio Ducal es un admirable complejo de arquitectura y el monumento borgiano más distinguido. Ampliado a lo largo de los siglos, es un notable muestrario de estilos. Aquí nacieron la mayoría de los duques Borja y sus descendientes, entre ellos san Francisco de Borja en 1510. Destaca el Salón de Coronas, el Oratorio del Santo y la Galería Dorada, la marca de los Borja se extiende a la Colegiata, el convento de Santa Clara o la Universidad.
Esta recuperada ruta de arte pasa también por Albaida, donde se estableció el sobrino de Calixto III, Juan Luis de Milà y Borja, que empezó a levantar la construcción de un palacio fortificado que se alza orgulloso en el centro de la villa. Otro palacio destacado es el de los Sanz, situado en el pueblo de Vallés y en Castelló de Rugat se conservan los restos del Palacio Ducal, que se convirtió en la segunda residencia de la corte renacentista de los Borja de Gandía gracias a su vegetación y la abundancia de especies de caza. Llombai fue una baronía adquirida por el cardenal Rodrigo de Borja para su hijo Pedro Luis. Aquí se puede contemplar la iglesia de la Santa Cruz, integrada en el convento de los dominicos, del cual el primer prior fue san Francisco de Borja, primer marqués de Llombai. Llombai celebra una recreación histórica conocida como el Mercado de los Borja.
La ruta de los Borja nos lleva también a dos monasterios, catedrales rurales del arte y del recogimiento; San Jerónimo de Cotalba en Alfauir y el de Santa Maria de Simat de la Valldigna. En Simat fueron abades Rodrigo de Borja y su hijo César y se conserva la sala capitular mandada construir siendo abad el futuro Papa Alejandro VI en un paisaje de ensueño. El Monasterio de San Jerónimo de Cotalba contó con la protección de la família Borja y fue el centro espiritual y cultural de la corte del Duque de Gandía. La Agencia Valenciana de Turismo ha lanzado esta ruta borgiana de las Bellas Artes como producto turístico y cultural. Una ruta diseñada por la empresa audiovisual Documentart, que ha realizado el video promocional de la campaña, que presentó en FITUR el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, la alcaldesa de Gandia, Diana Morant y el alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà.
La família Borja ha dejado una profunda huella en Valencia. Desde sus orígenes valencianos, los Borja tuvieron una estrecha relación con su tierra y una decisiva intervención en todas las esferas del poder, tanto político como religioso, llegaron a ser nobles, príncipes, mecenas, consejeros de reyes, papas y santos. Calixto, Alejandro, César, Lucrecia, Francisco….
Un linaje poderoso envuelto de ambición, intrigas, leyendas y misterio que dejó para los tiemposuna estela de arte en tierras valencianas.
