Cataluña prohibirá las ofertas telefónicas sin permiso del cliente
La nueva norma además concreta el estatus del municipio turístico y las áreas de degustación
La futura Ley de Comercio de Cataluña, aún pendiente de trámite parlamentario, incluirá una prohibición específica a la venta y oferta de productos o servicios vía telefónica y a domicilio si la empresa no cuenta con la autorización específica del cliente para este tipo de contacto. La norma también incluye regulaciones en aspectos como el tiempo de rebajas y otros más espinosos, como el de la degustación que ya tiene en pie de guerra a los profesionales de la restauración.
El Departamento de Empresa busca poner así fin a las prácticas de promoción agresivas y abusivas que realizan muchas empresas, con llamadas insistentes a altas horas de la noche o en horarios laborales. El texto, explicó el consejero Jordi Baiget, contiene la prohibición de ofrecer y vender productos o servicios mediante visitas a domicilio, llamadas o mensajes telefónicos si no han estado solicitados previamente por los posibles compradores. Baiget ha asegurado que "habrá que acreditar documentalmente esta aceptación".
La Generalitat se pondrá en contacto con las empresas para explicarles la nueva normativa. Mediante un reglamento se establecerán las multas a las que tendrían que hacer frente las empresas que continúen con estas prácticas. El buzoneo, por su parte, estará permitido siempre que los residentes no hayan manifestado que no quieren recibirlo.
Otro punto espinoso es el de los espacios de degustación. El texto determina un límite en el espacio dedicado a este servicio y que no podrá superar un tercio del total del área del establecimiento, si bien los municipios pueden hacer variaciones. Empresa sostiene que así se logra mantener el equilibrio entre "una vía complementaria de explotación" y la competencia leal con restaurantes y bares. Los profesionales de la restauración ven en la decisión todo lo contrario.
Finalmente, la futura Ley de Comercio también termina por enterrar la definición tradicional de rebajas, dejando en manos de los comerciantes la decisión sobre el momento de ofrecer los descuentos. El texto, sin embargo, recomienda realizar las campañas en las temporadas habituales, es decir, invierno y verano.
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