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Tensión en Gràcia al coincidir una manifestación ultra y otra antifascista

Militantes de Democracia Nacional protestan en Barcelona por el cierre de la librería Europa

Alfonso L. Congostrina
Imagen de la confrontación de banderas en los Jardinets de Gràcia.
Imagen de la confrontación de banderas en los Jardinets de Gràcia.ALBERT GARCIA

Un centenar de miembros de diferentes movimientos autodenominados antifascistas y una veintena de militantes del partido ultra Democracia Nacional han coincidido este sábado en el barrio barcelonés de Gràcia. Allí, se han vivido diferentes momentos de tensión, controlada por la presencia de las barreras policiales de los Mossos d’Esquadra.

Hace unas semanas que el partido de ultraderecha había convocado para este sábado una manifestación en los Jardinets de Gràcia bajo el lema "Contra la represión de las ideas nacionales por la libertad de expresión”. La concentración se iba a realizar a escasos metros de la precintada librería filonazi Europa, de Pedro Varela. El pasado 8 de julio los Mossos registraron y precintaron la librería por orden de la Fiscalía contra el odio y la discriminación. Varela estuvo fugado unos días y, gracias a que alguien le prestó 30.000 euros, está en libertad bajo fianza a la espera de juicio. Los ultras de Democracia Nacional convocaron la manifestación en protesta por la persecución judicial contra Varela y el precinto de su negocio. Tras la convocatoria del grupo de ultraderecha, diferentes movimientos entre ellos Unidad contra el Fascismo organizaron una contramanifestación.

Esta mañana, sobre las 11.00, varias decenas de personas esperaban en los Jardinets de Gràcia la llegada de los militantes de Democracia Nacional. La calles adyacentes están sitiadas por agentes de los Mossos d’Esquadra mientras van llegando miembros de diferentes colectivos antifascistas. Poco más tarde, en la plaza de la Vila de Gràcia se concentran otras decenas de personas, entre ellas las diputadas de la CUP, Eulàlia Reguant y Mireia Vehí y los concejales María José Lecha y Josep Garganté, que se unen poco después al grupo que ya estaba en los Jardinets. A las 12.00 aún no hay ni rastro de los manifestantes ultras. De pronto, se divisa un grupo ataviado con banderas españolas que sube desde el paseo de Gràcia.

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Los agentes de los Mossos d’Esquadra han diseñado dos paredes humanas de policías para impedir que coincidan unos y otros. En un lado, los antifascistas. En el otro, los militantes de Democracia Nacional encabezados por su líder estatal, Manuel Canduela. En medio, los Mossos d'Esquadra. Entre uno y otro colectivo, 50 metros.

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Después han empezado los gritos e insultos de uno al otro lado. Mientras Canduela reivindica las esencias de las patrias altavoz en mano, Lecha, Reguant y Vehí se colocan delante de las pancartas en actitud de “no pasarán”. Han volado algunas decenas de latas de cervezas y un par de zapatillas de lona. Al final Canduela improvisa unas palabras reivindicando la figura de Onésimo Redondo, asegurando que los masones son los instigadores de mil y una desgracias. De fondo, los gritos contra los ultras.

Tras el discurso de Canduela, los manifestantes de Democracia Nacional recogen los bártulos y se marchan. Poco a poco se va destensando el ambiente y se dispersan los antifascistas. Al rato solo queda el recuerdo de alguna pintada antifascista dibujada antes de la concentración, que termina sin heridos ni detenidos.

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