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El Solitario: “Reconozco el asalto, pero no soy un asesino”

El Fiscal pide 33 años y cinco meses de prisión por tres delitos de homicidio y uno de robo con violencia por el atraco en La Vall d’Uixó

El Solitario durante el juicio, en Castellón.
El Solitario durante el juicio, en Castellón.Ángel Sánchez
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Castellón juzga a El Solitario 16 años después

La sala de la Audiencia de Castellón que juzga a Jaime Giménez Arbe por el atraco a la Caja Rural San Isidro de La Vall d’Uixó en mayo del año 2000 ha dejado visto para sentencia el juicio con una petición de pena de 33 años y cinco meses de prisión por parte de la Fiscalía. Por su parte, la defensa pide la absolución de los cargos y alega que el delito de robo está prescrito, que los delitos de homicidios en grado de tentativa son, según su versión, delitos de lesiones que también estarían prescritos. Y niega el tercer delito de homicidio porque el disparo en concreto no habría realizado El Solitario, sino la Policía Local.

En este sentido, Giménez Arbe reconoció el primer día del juicio que efectivamente participó en los hechos, que atracó la entidad bancaria, que hirió a dos policías locales con sendos disparos en las extremidades y que realizó disparos intimidatorios, incluso una ráfaga con un subfusil automático, para poder huir. Sin embargo, ha querido dejar claro que, según su versión, actuó en defensa propia. En su derecho a la última palabra ha manifestado: “No soy un asesino”. El Solitario está condenado a 47 años de prisión por el asesinato de dos guardias civiles de tráfico en la localidad de Castejón (Navarra) en el año 2004. También niega esas dos muertes.

En la tercera sesión del juicio, los peritos forenses han relatado las lesiones que sufrieron los policías locales heridos en el tiroteo, así como las secuelas que les han quedado. En el caso del agente José Durant padece a consecuencia de los hechos “una cojera persistente que necesita apoyo para caminar en función del desnivel del terreno”. A este aspecto cabe sumar el periodo de recuperación que incluyó diversas intervenciones quirúrgicas y el hecho de que quedó incapacitado para ejercer como Policía Local por no tener impedida la carrera. Los forenses también han relatado que en el caso de este agente se presentó el riesgo de tener que amputar la pierna por la consideración de las lesiones.

En concreto, preguntado por el letrado de la defensa sobre si el impacto de la bala fue en una parte vital del cuerpo o no, el forense ha respondido que “si no hubiera sido atendido por los servicios médicos hubiera muerto por la gran pérdida de sangre”. El abogado de Giménez Arbe ha basado su estrategia procesal en argumentar que era un gran tirador y que disparó a zonas no vitales para que la sala estime el delito de lesiones y no el de homicidio en grado de tentativa.

Más allá de la consideración de que los delitos reconocidos por El Solitario son estimados por la sala como homicidios en grado de tentativa o lesiones, los testimonios escuchados en el juicio sí que han dejado en el aire el tercer delito de homicidio, que habría cometido Giménez Arbe al disparar contra la luna delantera de un vehículo conducido por uno de los policías locales. En este punto, el letrado de la defensa ha manifestado en sus conclusiones que “por la confesión, la manifestación reiterada de no querer matar, el hecho de que uno de los agentes declarara que tiraba al pecho porque quería abatir al atracador, consideramos que con el arma empleada puede haber incluso clemencia”.

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La Fiscalía argumenta en su petición de pena, incrementada respecto a su escrito de acusación, que los delitos cometidos por El Solitario están agravados por el disfraz que utilizó para ocultar su identidad y por el uso de armas, así como el hecho de tener cinco condenas por atracos a entidades bancarias y pide por ello el máximo penal de cinco años de prisión. De la misma manera, considera estos mismos agravantes para por los tres delitos de homicidio en grado de tentativa, aunque apunta que la confesión le permite rebajar un grado la petición de pena. Así, el Ministerio Público solicita a la sala las condenas respectivas de 9 años y 11 meses de prisión, 9 años y seis meses de prisión y 9 años de prisión por los tres delitos de homicidio en grado de tentativa cometidos contra los agentes de la Policía Local de La Vall d’Uixó José Durant, Daniel Diago y Carlos Miguel Domingo.

La argumentación de la defensa para pedir la absolución de Jaime Giménez Arbe se basa en el hecho de que considera prescrito el delito de robo con violencia por la dilación en las diligencias de investigación, tanto desde que ocurren los hechos en el año 2000 hasta su detención en 2007 como por las paralizaciones de los procedimientos en el juzgado de Nules a partir de 2010. También considera que El Solitario no tuvo ánimo de matar a los policías locales sino ánimo de lesionar para poder huir, por lo que pide que se le imputen dos delitos de lesiones, que también estarían prescritos, y niega la autoría de su defendido en el tercer delito por homicidio en grado de tentativa que imputa la Fiscalía.

En su derecho a la última palabra, El Solitario ha manifestado que los diferentes autos de prisión preventiva aplicados desde su detención por los juzgados españoles que investigan algunos de los atracos cometidos en la pasada década vulneran sus garantías constitucionales. Además, ha reiterado que no ha cometido nunca ningún asesinato y ha pedido que no se le apliquen los agravantes por las condenas recibidas porque en el año 2000 no tenía ningún antecedente por atracos con armas.

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