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Albert Serra se atreve con el Rey Sol en Cannes

El cineasta estrena su filme sobre Luis XIV fuera de concurso

Jean-Pierre Léaud, actor fetiche de François Truffaut, como Luis XIV en el filme de Albert Serra.
Jean-Pierre Léaud, actor fetiche de François Truffaut, como Luis XIV en el filme de Albert Serra.

Tras encandilar a la crítica de la Bienal de Arte de Venecia hace un año, el cineasta Albert Serra (Banyoles, 1975) vuelve a otra cita de referencia: el Festival de Cine de Cannes, que se celebrará del 11 al 22 de mayo. En esa 69ª edición, el director catalán demostrará una vez más que se atreve con todo, incluso con un icono de Francia como es Luis XIV, el Rey Sol.

Su última película La muerte de Luis XIV, que se estrenará fuera de concurso, abordará los últimos quince días del soberano, que el 10 de agosto de 1715 volvió de una cacería con una pequeña herida en la pierna, que le llevaría a una muerte lenta por gangrena. “Es una reflexión sobre cómo se enfrenta al ocaso de su existencia un personaje que ha llegado a la cúspide del poder. La mirada quiere expresar la dualidad entre la vertiente pública del declive y el sentir más íntimo. También hay una cierta ironía, un cariz casi divertido en la actitud de este hombre todo poderoso que no quiere morir”, explica Serra desde Portugal, donde termina la postproducción de la película, una coproducción entre la barcelonesa Andergraun Films, la francesa Capricci y la portuguesa Rosa Filmes.

El cineasta ha confiado en un mito de la pantalla, el actor francés Jean-Pierre Léaud, actor fetiche de François Truffaut desde Los 400 golpes y símbolo de la Nouvelle Vague. “Es la primera vez que trabajo con profesionales y quería alguien de trayectoria intachable como Léaud, actor íntegro y no convencional, que sabe ver el aspecto irónico e incluso lúdico de la tragedia”, indica Serra, que ha fichado también a Patrick d’Assumçao (nominado al César 2014); Bernard Belin, exinterno de la Comédie-Française, e Irène Silvagni. “Trabajar con personajes icónicos me obligó a actuar con intensidad y precisión”, dice.

También está encantado con la participación de Léud el también poeta y gestor cultural Vicenç Altaió, que interpreta al doctor Le Brun, médico histórico de Marsella, que aplicaba remedios esotéricos, al borde de la charlatanería. “Léaud es un auténtico rey y verle morir fue emocionante”, afirma Altaió. El vaivén de los doctores reales permite a Serra abordar el tema de los conflictos médicos, que se suma al subcontexto político y los problemas de sucesión que afligen al monarca en su final. “Tal y como indican las memorias de Saint-Simon en las que se basa el guión, llamaron a Le Brun cuando ya no había nada que hacer. Además, cuando le diagnosticaron, no tuvieron el valor de cortarle la pierna, pese a que así se habría salvado”, asegura Serra.

El cineasta ya participó en el Festival de Cannes en la Quincena de Realizadores de 2004 y 2006 con El Honor de Caballería, atípica aproximación al Quijote, y El Cant dels ocells, sobre la historia de los Reyes Magos. Al volver de Cannes, Serra continuará trabajando en I am an artist, gran fresco sobre el arte contemporáneo.

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