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“No les dejé robar chucherías y me abrieron la cabeza”

Los Mossos detienen en Sant Andreu de la Barca a seis menores por pegar a tenderos de supermercados chinos y paquistaníes

Alfonso L. Congostrina

Los Mossos d’Esquadra han detenido a seis menores de edad en Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat) acusados de agredir a trabajadores de comercios regentados por ciudadanos de origen chino y pakistaní por su condición de extranjeros. La policía autonómica y la policía local de Sant Andreu de la Barca detuvieron a los agresores el pasado 4 de marzo, a los cuales se les acusa de haber perpetrado delitos contra el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas, robo con violencia e intimidación, amenazas y lesiones. No todos los detenidos son de nacionalidad española sino que uno de ellos es originario de Malí. Los jóvenes son todos vecinos de Sant Andreu de la Barca y Castellví de Rosanes (Baix Llobregat).

Las agresiones tuvieron lugar entre finales de diciembre del 2015 y principios del pasado febrero. Los Mossos recibieron hasta cuatro denuncias que corroboran que los adolescentes siempre seguían el mismo modus operandi. Según el inspector de los Mossos d’Esquadra de Martorell, Antoni Mestre, el grupo entraba en masa en los comercios e “intimidaban y atemorizaban a los trabajadores”. En algunas ocasiones incluso les agredieron mientras proferían gritos racistas y xenófobos.

Muhammad fue la víctima que recibió la agresión más violenta. Estaba trabajando en el supermercado de su hermano en la carretera de Barcelona de Sant Andreu de la Barca. “No les dejé robar unas chucherías, me lanzaron una lata de cerveza y me abrieron la cabeza”, lamentaba ayer mientras señalaba una cicatriz reciente cercana al ojo. Muhammad sólo lleva cuatro meses trabajando en el supermercado. Sus compatriotas de Sant Andreu de la Barca ya conocían al grupo. El propietario de Noor Alimentación en la Via de l'Esport del municipio aseguraba que le han robado varias veces: “Intento no enfrentarme a ellos”. Algo similar le sucede al joven que regenta el Súper Bon Día en la calle Guatemala: “Llevo tres años aquí y hemos venido a trabajar no a que nos roben continuamente”.

Los agentes de la Policía local consiguieron identificar a los integrantes del grupo, que fueron detenidos y posteriormente entregados a sus padres.

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