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Barberá admite sus discrepancias con Fabra como “algo natural”

La candidata del PP se ofrece como garantía de estabilidad

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha admitido en una entrevista concedida a la Agencia Efe sus discrepancias con el presidente de la Generalitat y del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra. “Hemos discrepado y discrepamos. Es algo natural, pero estamos en el mismo equipo y remando juntos”.

El distanciamiento entre Barberá y Fabra ha tenido un reciente capítulo con motivo del barrio de El Cabanyal, para el que la alcaldesa ha impulsado un plan con la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez paralizado por una orden del Ministerio de Cultura por sus efectos sobre una trama urbana que está protegida.

Frente a la frialdad de la alcaldesa con las entidades vecinales que defienden la integridad urbanística del, el presidente felicitó a la Associació de Veïns del Cabanyal-Canyamelar con motivo del premio Europa Nostra, recibido por la iniciativa Cabanyal Archivo Vivo, promovida por los colectivos del barrio frente amenazas como las del plan del Ayuntamiento de Valencia.

Barberá quiso no solo desproveer de importancia el gesto de Fabra con los vecinos alegando que lo que había hecho el presidente era el resultado de un “protocolo automatizado”, sino enfatizar por omisión que ella no los había felicitado.

En la entrevista difundida por Efe, la alcaldesa, muy metida en su papel de candidata del PP a la alcaldía que ocupa desde hace 24 años, se ofrece como garantía de estabilidad y seguridad frente al “batiburrillo sociopolítico” que representan todos los demás partidos. Barberá asegura que no confía en lograr la mayoría absoluta, por lo que hace un llamamiento para lograr un apoyo “suficiente” para “continuar con el progreso y los proyectos vitales de futuro, el dinamismo económico y la creación de empleo”.

Consciente de la caída que auguran todos los sondeos para su partido en la ciudad de Valencia, Barberá defiende que no se plantea pactos que le permitan salvar los malos pronósticos pero que no es contraria a ellos. En ese sentido, recuerda que ya fue capaz de gobernar con alianzas cuando, en 1991, accedió a la alcaldía de la mano de Unión Valenciana, arrebatándole el sillón al partido más votado, que fue el PSPV-PSOE.

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Barberá prefiere no imaginar un escenario con un “cuatripartito de izquierda” gobernando el Ayuntamiento de Valencia y, según asegura en la entrevista, ni se ha planteado la opción de estar en la oposición. Con todo, no desaprovecha para hacer reproches al partido que le está comiendo el terreno, Ciudadanos, al que acusa de estar haciendo una campaña para las elecciones autonómicas y municipales en “clave nacional”.

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