Sergio Polo, 100 años de cárcel por un atentado contra un militar en 1995
La víctima perdió las piernas al estallar una bomba lapa colocada bajo su automóvil en Salamanca
El etarra Sergio Polo Escobes ha sido condenado a penas que suman cien años de cárcel por un atentado cometido en Salamanca en 1995 que mutiló al capitán del Ejército Juan José Aliste Fernández. La víctima perdió las piernas al estallar una bomba lapa colocadabajo su automóvil.
La sentencia condena al miembro de ETA a indemnizar al militar con un millón de euros por los daños causados y con 50.000 euros a la hija del capitán Aliste que viajó en el vehículo cuando la bomba estaba colocada en el automóvil. Otras tres personas tendrán que ser también indemnizadas por los daños sufridos.
El atentado fue cometido el 11 de noviembre de 1995 mediante la colocación de una bomba lapa bajo el coche del entonces capitán de Infantería Juan José Aliste. El militar puso en marcha el vehículo y llevó a su hija, menor de edad, al colegio. Durante el trayecto recogió a otras dos compañeras de la hija para llevar a todas al instituto. Después de dejar a las jóvenes, el militar siguió su trayecto con destino a su trabajo.
Tras recorrer varios cientos de metros se produjo la explosión de la bomba que le provocaron la amputación de ambas piernas a la altura de los muslos, además de otras lesiones. La víctima sufrió una situación de gran invalidez ya que necesita desplazarse en silla de ruedas.
La sentencia condena al miembro de ETA a indemnizar al militar con un millón de euros
La hija del militar sufrió estrés postraumático durante 230 días, mientras que una de las compañeras también registró un cuadro de ansiedad durante 180 días que le ha dejado un síndrome de estrés postraumático. La otra joven y otra persona más necesitaron asistencia psicológica.
El tribunal, en su sentencia, desestima la alegación de la defensa de la prescripción del delito a pesar de haber transcurrido veinte años desde que se produjo el atentado. Sergio Polo fue detenido por la Policía Nacional en 1999 cuando formaba parte del "comando Donosti". Antes había estado integrado en un comando legal denominado "Basati". Está condenado en otras causas, una de ellas por el asesinato de un guardia civil en 1993.
