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Aguilar “se volvió loco” cuando Jenny le preguntó “si era millonario”

El instructor de la Ertzaintza declara que esa fue la primera versión del falso shaolín, Juan Carlos Aguilar. El jurado formula las priemras preguntas

Pedro Gorospe
La abogada de oficio de la defensa Livia González, junto a Juan Carlos Aguilar, conocido como el falso monje shaolín.
La abogada de oficio de la defensa Livia González, junto a Juan Carlos Aguilar, conocido como el falso monje shaolín.LUIS TEJIDO (EFE)

Segunda jornada del juicio del falso Shaolín, por el asesinato de dos mujeres, y segunda jornada sin cambio de actitud: recostado en la silla con los ojos cerrados casi todo el tiempo y con las manos unidas. Si en la primera jornada Aguilar reconoció "todos los hechos", es decir, el asesinato de las dos mujeres, la colombiana, Jenny Sofía Rebollo, de 40 años y a la nigeriana Maureen Ada Otuya, de 29, ayer permaneció en silencio durante la descripción y el relato de la casa de los horrores en la que convirtió su gimnasio en junio de 2013. Primero asesinó y descuartizó a Jenny y unos días después secuestró en contra de su voluntad a Maureen durante horas, maltratándola, golpeándola e hiriéndola, y después, parece que manteniendo relaciones sexuales mientras lo fotografiaba, hasta dejarla en coma. Murió tres días después.

A preguntas de su defensora, el instructor policial del caso explicó que Aguilar declaró que "se volvió loco" cuando Jenny preguntó "si era millonario". El agente ha declarado que Aguilar le dijo que "empezó al golpearla" y la mató. Una tesis que coincidiría con la que mantiene la defensa de que el falso shaolín asesinó a ambas mujeres de "manera súbita, imprevista e inesperada". El agente dijo a renglón seguido que la investigación posterior no encaja con aquella primera declaración.

Los diversos agentes que han prestado declaración han descrito lo que se encontraron en el gimnasio y en las distintas estancias en torno a la zona del tatami, donde el falso shaolín instruía a sus alumnos y cometió las atrocidades. Un espacio que todos han dibujado como especialmente caluroso, con varias estancias y puertas semiocultas con varios cerrojos y muy oscuro. Aguilar no ofreció resistencia en el lugar en el que le encontraron y donde había arrastrado el cuerpo malherido de Maureen para esconderlo debajo de un camastro: "La estancia donde la encontramos era un lugar reducido, la puerta quedaba tapada por otra y la abrimos con dificultad cuatro personas. Yo mido 1,84 y tenía que estar de cuclillas. La sangre de la víctima era reciente", ha declarado uno de los agentes.

A partir de ahí comenzó la investigación. Ese mismo día y el siguiente los agentes encontraron los restos de Jenny en bolsas de basura verdes en el gimnasio y en el domicilio de Juan Carlos Aguilar. En el balcón de su domicilio había una de esas bolsas con otras dos dentro, en las los agentes encontraron unos huesos del brazo de la mujer colombiana y sus dos prótesis mamarias. Los miembros del jurado han formulado las primeras preguntas destinadas a interpretar si hubo ensañamiento.  La vista continua.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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