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La hemorragia del socialismo alavés

Natalia Rojo: “Con ETA estábamos más unidos, ahora nos matamos”. “Berrocal ha probado la medicina que ella ha aplicado”, dicen los críticos

Cristina González, secretaria general del PSE alavés, en la presentación del candidato a la alcaldía de Vitoria, Peio López de Munain.
Cristina González, secretaria general del PSE alavés, en la presentación del candidato a la alcaldía de Vitoria, Peio López de Munain.l. rico

“Si no están de acuerdo, que se vayan”. Fue una de las frases menos ácidas dirigidas el pasado viernes en la agrupación socialista Pablo Iglesias de Vitoria por afiliados del sector oficial hacia los representantes críticos que un día antes habían explicitado públicamente su desacuerdo con el procesión de elección de la candidatura al ayuntamiento de la capital alavesa. Esta larvada división del partido, que diluye el pretendido efecto de la renovación y que provoca un hastío en la afiliación —en la cita del viernes solo participó un 35%—, volverá a plasmarse en la asamblea que esta tarde celebrará la agrupación Antonio Amat, hasta ahora feudo habitual de los críticos.

Ahora mismo, las posiciones son tan irreconciliables que impiden alcanzar siquiera a corto plazo un punto de aproximación. El sector oficial se ha enrocado en su legitimidad democrática tras el resultado del último congreso extraordinario y los críticos carecen de la fuerza interna suficiente que les obliga a sacar a la calle su indignación. En el medio, una desafección interna creciente, la pérdida de afiliación y una hemorragia política a tres meses de las elecciones locales y forales bajo la directa amenaza de Podemos, su rival más directo, que provoca una lógica preocupación en el entorno directo de Idoia Mendia.

Voces reconocidas como la parlamentaria Natalia Rojo — “la primera vez que hablo en una asamblea”, dijo el pasado viernes— y Javier Nogales, asesor de la exconsejera Isabel Celaá y cuñado del anterior secretario general del PSE-EE alavés Txarli Prieto, cargaron contra la posición de los críticos. Rojo se mostró “leal” con el partido y denunció “haber sido vetada” por los críticos. Incluso, admitió que “estábamos mejor en los tiempos de ETA porque estábamos más unidos y ahora nos matamos entre nosotros”. En una dura intervención, afeó a algunos críticos su presencia en el homenaje a Fernando Buesa horas después de criticar al partido. Nogales, a su vez, planteó la posibilidad de un expediente.

La tensión no decaerá en la asamblea de este lunes en una agrupación donde Juan Carlos Alonso derrotó al sector oficial en dos ocasiones y a la que pertenecen el exalcalde Patxi Lazcoz y Maite Berrocal, la candidata que renunció al imponerle como número dos a Carlos Zapatero. Así las cosas podrían escucharse hasta tres argumentarios distintos sobre la realidad del socialismo alavés. De momento, el sector oficial ve refrendada su candidatura con 92 votos a favor y 14 en blanco. Los estatutos prohíben el voto en contra.

Lazcoz ha reconocido su decisión de pronunciarse ante la asamblea. “Lo he hecho siempre y también lo haré ahora”, dijo al ser preguntado por el alcance de esta división interna. Entre los críticos también surgirán voces, conscientes de que lo harán en un feudo que dominaban hasta ahora pero donde han perdido fuerza porque “mucha gente se ha desengañado viendo que no ha cambiado nada”, reconoció uno de sus representantes. Y en el sector oficial, un mensaje similar al empleado por Mendia para replicar a la contestataria exigencia de que la Federal del PSOE disuelva la Ejecutiva alavesa: “no aceptan la realidad de unos resultados y sería más útil al partido que lo que tengan que decir lo digan donde deben”.

Precisamente hacia la Ejecutiva dirigen sus dardos quienes se sitúan en la oposición porque no identifican a Cristina González y su equipo con el espíritu de renovación que se pretendía. Consideran que la larga mano del anterior líder, Txarli Prieto, sigue “moviendo la cuna”. Una de estas voces recuerda que “algunos parlamentarios del PNV y del PP dicen que el PSE tiene 17 escaños, los 16 y Cristina González”, en alusión crítica a sus frecuentes visitas a la Cámara.

Pero fuera de la Ejecutiva, nadie ve “un cauce de entendimiento”. Mucho menos en el próximo Comité Provincial, previsto para el 4 de marzo y donde volverán a abrirse las heridas principalmente con las dudas crecientes sobre los movimientos realizados con los fondos económicos que disponen los grupos del PSE-EE en el Ayuntamiento de Vitoria y en las Juntas Generales. Precisamente una procuradora de Vitoria fue quien reconoció la existencia de casi medio millón de euros en estos fondos en la institución que representa. No se descarta que se plantee la conveniencia de plantear unas primarias para el candidato foral, que ahora es González.

Los críticos, con una cuota próxima al 20%, no han decidido cuál será su posición en este Comité del que “no esperamos nada”, pero adelantan que “no habrá” unidad de acción con los afines a Patxi Lazcoz. De hecho, los críticos entienden que “Berrocal ha probado de la misma medicina que ella había aplicado en el grupo municipal con el veto que ha sufrido” y recuerdan que “hasta ahora han estado en los órganos de dirección”.

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