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El intento de aleccionar a testigos de Nóos complica la continuidad de Grau

El presidente Fabra elude defender a la mano derecha de Barberá tras el escándalo El juez deniega la petición del vicealcalde de suspender el plazo para las acusaciones

Cristina Vázquez

La situación del vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, se complica dentro y fuera de los tribunales. José Castro, instructor del caso Urdangarin, denegó ayer la petición de Grau de aplazar los escritos de las acusaciones, trámite previo a la apertura del juicio oral. En principio, la fiscalía no tiene previsto acusar al número dos de Rita Barberá por supuestas irregularidades en la contratación del instituto de Iñaki Urdangarin, que organizó tres ediciones del evento Valencia Summit, con un coste próximo a los cuatro millones de euros. Grau ha recurrido en apelación a la Audiencia de Palma de Mallorca el trámite pero, de momento, tras la negativa de Castro, el plazo de presentación de los escritos de acusación se cerrará el próximo 9 de diciembre.

El magistrado del juzgado de Palma sopesa además, una vez compruebe las transcripciones de las personas que testificaron el pasado fin de semana por el caso Nóos en Valencia, pedir que se investigue si la Fundación Turismo Valencia Convention Bureau (FTVCB), cuyo patronato preside el vicealcalde, intentó concertar los testimonios de antiguos patronos antes de declarar en el juzgado. Dos de ellos reconocieron ante Castro que fueron citados por la fundación para preparar sus declaraciones días antes de comparecer ante Castro y, al menos en el primero de esos encuentros, Grau estuvo presente, explicaron a la salida del juzgado las acusaciones que ejercen el PSPV de Valencia y Manos Limpias.

Preguntado por el incidente, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, respondió con un lacónico: “El juez sabrá lo que tiene que hacer en estos casos para transmitir la contundencia y las reglas que deben regir en cualquier proceso judicial”. Sobre sus líneas rojas con la corrupción, Fabra recordó que los imputados en estos casos “deben quedar apartados de la primera línea de representatividad”, aunque recordó que no se podía hacer nada con aquellos que tienen actas como concejales o diputados, puesto que las actas son personales. El presidente eludió defender al número dos de la capital.

El vicealcalde de Valencia, que ayer no tenía agenda pública, guardó silencio, al igual que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Grau ya dijo en su día, nada más conocerse su imputación, que se iría antes de dañar al Ayuntamiento.

La presión de los grupos de la oposición no cesó a pesar del mutismo del equipo de gobierno. El portavoz socialista en el Ayuntamiento, Joan Calabuig, volvió a pedir la dimisión de Grau por el supuesto intento de manipulación de los antiguos patronos de la fundación de turismo. “Es un espectáculo vergonzoso”, añadió.

“Esto no puede resolverse solo con la dimisión de Grau, hay que depurar el conjunto de responsabilidades políticas”, pidió Amadeu Sanchis, de EU. Para Joan Ribó, de Compromís, Alfonso Grau y José Salinas, director-gerente de la FTVCB y del Palacio de Congresos, “deberían ser cesados de todos sus cargos por parte de la alcaldesa”.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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