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Los postes sobreviven en Barcelona

Queda por soterrar el 7% de las líneas de baja tensión de la ciudad

Torres de alta tensión en Finestrelles, Collserola.
Torres de alta tensión en Finestrelles, Collserola.Carmen Secanella

Miércoles por la mañana en el barrio de Can Peguera, en Nou Barris. En el horizonte sobresalen las montañas de la Sierra de Collserola, sobre la cual se alzan varias torres de media y alta tensión que traen la electricidad hacia la subestación de Endesa en Trinitat Vella. Corriente que, dentro de Can Peguera, es canalizada a través de cables de baja tensión que cuelgan de postes de electricidad o garfios enganchados a los muros de las casas. Las líneas aéreas aún son habituales en los distritos de Nou Barris, Sarriá-Sant Gervasi, Horta-Guinardó, Gràcia y Poble Nou. Representan el 7% de la trama eléctrica de baja tensión de la ciudad, según Endesa.

“Los postes provocan molestias al peatón. Las aceras son estrechas, y cuando estos palos las ocupan es casi imposible pasar por ellas”, explica Pep Ortiz, miembro de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona y vecino del barrio. Ortiz, de 64 años y electricista de profesión, asegura también que se han producido fuegos por las chispas que han caído de las torres eléctricas de media y alta tensión, un extremo que niega la eléctrica.

Los postes que sostienen los cables de baja tensión ocupan la acera y dificultan el paso de los vecinos

La extensión de las líneas de baja tensión asciende a 4.000 kilómetros. Se trata de cables que transportan la electricidad por encima del suelo, colgando de postes y de paredes. De los 145 kilómetros de líneas de alta tensión que transportan la corriente eléctrica a las estaciones transformadoras, uno y medio cuelga de las torres metálicas que recorren la Sierra de Collserola.

“Entre 2002 y 2014 se han soterrado unos 300 kilómetros de líneas, 21 de ellos en los dos últimos años”, explica Joan García, director de inversiones y redes de transportes del Ayuntamiento de Barcelona. El Consistorio y Endesa se repartieron al 50% los gastos de las obras de soterramiento entre 2002 y 2012 mediante un convenio. Desde entonces, es el Consistorio el que suele asumir el coste de cualquier obra.

Javier Ugarte, responsable en Endesa de las líneas de baja tensión de Barcelona, asegura que, pese a que el convenio expiró “la compañía está haciendo un estudio técnico de los tramos que aún quedan por soterrar para el Ayuntamiento”. Explica que la empresa está dispuesta a ayudar al Ayuntamiento en el soterramiento de las líneas de baja y media tensión en Barcelona, pero priorizando intervenciones. “Nosotros no pondremos pegas, si ellos dedican la parte económica. Pero si hay que invertir dinero, debemos hablarlo. Si la red no necesita esta obra, el sistema retributivo no te lo compensa”, añade Joan Domènech, responsable de las líneas de alta tensión de Endesa.

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Entre 2002 y 2014 se han soterrado 300 kilómetros de líneas, según el Ayuntamiento

Como en Nou Barris, los postes de electricidad ocupan las aceras de Vallvidrera, dificultando la movilidad de los ciudadanos. Salvador Ferrán, tesorero de la asociación de vecinos local, denuncia el caso de una escuela especial: "Muchas veces las madres recogen a sus hijos en silla de ruedas, y no tienen espacio para maniobrar [porque el poste de la electricidad ocupa la acerca]. Los padres tienen que invadir la calzada con las sillas de ruedas".

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