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industria

El cierre de Candy desata una cascada de reacciones de rechazo

La consejera Arantza Tapia califica de "intolerable" la repentina decisión de despedir a cerca de 300 trabajadores de las plantas de Bergara y Vitoria

Mikel Ormazabal Agencias
San Sebastián -
El ministro mexicano Joaquin Coldwell conversa con el lehendakari Urkullu y la consejera Tapia.
El ministro mexicano Joaquin Coldwell conversa con el lehendakari Urkullu y la consejera Tapia.irekia

La decisión adoptada por la compañía de electrodomésticos Candy Hoover de cerrar su planta de Candy en Bergara y de la factoría General Cable, radicada en Vitoria, que dejaría en la calle a 150 y 143 trabajadores, respectivamente, ha desencadenado una oleada de reacciones de rechazo. La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, que participa en una misión comercial del Gobierno en México, ha considerado "intolerable" las formas en que se han anunciado los cierres. "No admitimos esta decisión", ha remarcado.

La consejera ha indicado que "no se puede admitir el 'cierro y me voy' de las multinacionales en las empresas General Cable y Candy", por lo que "deben buscar otras fórmulas". En varios comentarios en redes sociales, Tapia ha añadido que si "optan por analizar otras salidas para General Cable y Candy, nos tendrán cerca y ayudaremos hasta el final".

El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, ha señalado que el cierre de la planta de Bergara es "una mala noticia" y ha criticado la "falta de voluntad" de la Dirección de la empresa para negociar con trabajadores e instituciones. El Gobierno foral de Bildu, ha indicado, no está "en absoluto de acuerdo" con el procedimiento que ha seguido la multinacional: "En este caso ha sido sorpresivo, porque ayer se presentó el responsable de recursos humanos desde Roma, comunicó a los responsables de la planta Bergara y cerró una empresa de muchas décadas de historia".

"Creemos que se podía haber trabajado mejor ese tema si hubiera habido voluntad por parte de la empresa de negociar con los trabajadores, con el Gobierno vasco que es competente en materia de empleo, y también con la Diputación", ha recalcado Garitano.

Por su parte, el PSE-EE ha manifestado su convicción de que el cierre de las empresas Candy Hoover y Cable Group son el reflejo de "los graves problemas estructurales que todavía azotan al tejido empresarial vasco" y demuestran "la necesidad de acometer un proceso de reindustrialización" en Euskadi.

En un comunicado, los socialistas vascos han manifestado su "especial preocupación" por las "recientes noticias" y han expresado su "apoyo y cercanía" a las "más de 250 familias cuyo futuro se está viendo amenazado". Por ello, se han puesto "a su disposición" para "cualquier intermediación que consideren oportuna".

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El secretario de Empleo del PSE, Alberto Alonso, ha advertido, además, de que "frente al autocomplaciente y anestésico discurso del Gobierno vasco, más allá de sus previsiones de generación de empleo neto en un futuro no muy lejano", la noticia sobre futuros despidos colectivos supone "un nuevo jarro de agua fría que demuestra los graves problemas estructurales que todavía azotan al tejido empresarial vasco".

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