Detenido un exguardia civil que mató a un atracador junto a un prostíbulo
El policía retirado disparó contra dos personas que intentaban robarle el coche
El joyero —y guardia civil en la reserva— que la noche del viernes disparó contra dos atracadores a las puertas de un prostíbulo de El Papiol (Baix Llobregat) fue detenido por los Mossos d’Esquadra acusado de la muerte de uno ellos. El arrestado, de 60 años, llevaba años dedicado a la venta de pulseras, anillos y collares en prostíbulos del área metropolitana. Fuentes de la investigación manejan la hipótesis de que los asaltantes estaban esperando al exagente tras haber realizado la venta de joyas en el prostíbulo Infierno.
El suceso que llevó a la muerte a un joven de 21 años empezó antes de las 20 horas del viernes, cuando él y otro joven entraron, encapuchados, en la clínica veterinaria Animal Shopping de Molins. Empuñando un arma que aparentaba ser de fuego y una pistola eléctrica, amenazaron a los trabajadores de la clínica y se llevaron la recaudación.
Los atracadores se fugaron en una moto y se escondieron en las inmediaciones del prostíbulo Infierno, cerca de la vía del tren. Allí, según fuentes de la investigación, aguardaron a la salida del joyero. Joan Saura, propietario del club Infierno, conoce bien al exguardia: “Lleva muchísimos años viniendo al Infierno y a decenas de clubs de todo Barcelona” para sacarse un sobresueldo, explicó. “El viernes no se encontraba del todo bien, pero en el último momento decidió venir y realizó varias transacciones con algunas jóvenes”, afirmó.
El propietario del club ha visto las imágenes de sus cámaras de vigilancia, que aclaran cómo ocurrieron los hechos. El joyero abandonó el club a las 19.32 horas y abrió el Audi que había aparcado junto al local. Una vez en el interior se cerró y “de la nada” aparecieron los dos individuos, que aporrearon el vehículo. Saura asegura que en las imágenes se puede apreciar cómo al menos uno de los asaltantes lleva algo en una de las manos que podría ser un revolver. Desde el interior del vehículo, el exguardia civil reconvertido en joyero ambulante realiza, al menos, dos disparos. Acto seguido los dos atracadores saltan la vía del tren y abandonan el lugar, presuntamente en la motocicleta aparcada al otro lado de la vía férrea.
El exguardia civil salió del vehículo e intentó seguir a los atracadores, que ya habían desaparecido. Poco después, regresó al local y pidió a una de las jóvenes que llamara a los Mossos d’Esquadra. Todavía no sabía qué suerte habían corrido los atracadores cuando le confesó al empresario del local que hacía unas semanas habían intentado robarle a la salida de un prostíbulo en Santa Coloma de Gramenet. “Le contó todo a los agentes de los Mossos d’Esquadra y les entregó el arma con la que había efectuado los disparos”, afirmó Saura, que estuvo presente en la primera declaración. “Mientras relataba los hechos recibí en mi Facebook la noticia de que había aparecido muerto un joven en las puertas de una discoteca de Molins de Rei y fui yo mismo el que le comuniqué que acababa de arruinarse la vida”.
Según la investigación, los dos atracadores huyeron en una motocicleta, pero el conductor dejó caer el cuerpo de su compañero malherido. Minutos más tarde, un trabajador de la discoteca Eitwo de Molins de Rei, situada a cinco minutos en moto del lugar de los hechos, localizó el cuerpo de uno de los asaltantes en las inmediaciones de su local. Rápidamente alertó a los agentes de los Mossos, que iniciaron una investigación. El fallecido es un joven colombiano de 21 años. El joyero entregó su arma a los agentes y permanece detenido ya que todo apunta que sea el autor de los disparos que acabaron con la vida del presunto atracador.
La investigación permanece abierta y no se descarta ninguna hipótesis. Entre ellas, los agentes estudian si los asaltantes conocían cuáles iban a ser los pasos del exguardia civil. El juez de instrucción en funciones de guardia ha decretado el secreto de sumario. Los agentes continúan buscando al segundo asaltante que, presuntamente, abandonó el cuerpo de su compañero al comprobar que había fallecido como consecuencia de los disparos.
