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El PP gallego cierra filas en defensa de la reforma electoral sobre los alcaldes

Hernández afirma que el cambio legal debería hacerse aunque cuente con un "rechazo radical"

Xosé Hermida
Agustín Hernández, alcalde de Santiago
Agustín Hernández, alcalde de SantiagoÓscar Corral

El PP gallego se ha lanzado a una defensa sin fisuras del propósito del Gobierno de reformar la ley electoral, contra el criterio de las demás fuerzas políticas, para otorgar las alcaldías a la lista más votada. Los dirigentes populares gallegos jalean el proyecto del Ejecutivo de Mariano Rajoy aunque eso les obligue a corregir las posiciones que mantenían hasta hace poco. Es el caso del alcalde de Santiago y número tres del PP en Galicia, Agustín Hernández, quien hace solo una semana había opinado que una reforma de esta naturaleza quedaría “ensombrecida” si se llevase adelante sin el acuerdo de la oposición. Sin embargo, este jueves, Hernández opinó que cambiar el sistema para elegir alcaldes es una “obligación” del PP, por mucho que la iniciativa suscite un “rechazo radical”.

 Hernández, vicesecretario general del PP gallego y alcalde de Santiago desde hace poco más de un mes, declaró el pasado día 13 a la Cadena SER: “Me gustaría que [la reforma] pueda tener el máximo consenso. Hecha de forma unilateral probablemente podría tener un aspecto de polémica que ensombrecería lo que, en mi opinión, sería un logro”. Pero una vez que la dirección nacional del partido ha insinuado que seguirá adelante con la iniciativa contra viento y marea, Hernández ha cambiado de opinión. Y ni siquiera teme, según expresó, que los ciudadanos lo perciban como una maniobra partidista.

Para el alcalde compostelano, la aprobación uniliteral está justificada una vez que el PSOE ha anunciado su negativa a negociar: “La otra parte pone sobre la mesa que no va a negociar ni ahora ni nunca. Lógicamente, el partido que gobierna tiene el derecho y, en mi opinión, la obligación, de gobernar, de tomar decisiones y decidir lo que considera que representa mejor la voluntad popular”. Hernández declaró que el PP estaría dispuesto a negociar el porcentaje de votos que permitiría la elección automática de un alcalde —dirigentes populares lo han situado en un 40%— y subrayó que esta reforma es un “compromiso” de su partido que “viene de lejos”.

Entre los adversarios del PP algunos dudan de que finalmente vaya a seguir con la modificación legal sin ningún apoyo político. Entre los escépticos está el alcalde de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, quien indicó: “Le van a dar muchas vueltas. Y no es la primera vez que cambian de opinión o dejan morir temas”. Para Lores esta reforma sería “antidemocrática” ya que tendría como consecuencia que “no todos los votos valdrían lo mismo” y que “la mayoría minoritaria asumiría una representación desorbitada”. La dirección del BNG anunció que combatirá la reforma “política y socialmente”.

Cuando estaba en la oposición, Rajoy anunció en varias ocasiones iniciativas legales para proponer la reforma —largamente reclamada por Alberto Núñez Feijóo— que nunca llegaron a concretarse. La más explicita fue en septiembre de 2010, en el acto anual que el PP celebra en Soutomaior, donde el entonces líder de la oposición anunció que presentaría la propuesta en el Congreso de los Diputados “la próxima semana”. La promesa nunca se cumplió. Rajoy tendrá ahora otra ocasión de aclarar el asunto en Soutomaior el próximo día 30.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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