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Una campaña atípica

En las elecciones a rector de la Universitat de València nada está sucediendo según lo previsible

Nada está sucediendo según lo previsible en el proceso de elección del rector en la Universitat de València. Un rector, Esteban Morcillo, que tiene que disputar con otro candidato el segundo mandato, algo que hasta ahora no había sucedido en la breve historia democrática de la Universitat de València. Un candidato a la reelección que pone toda la carne en el asador, mientras el aspirante, Vicent J. Martínez, apenas muestra sus cartas. Una candidata perdedora en las anteriores elecciones, María Antonia García-Benau, que se hace oir en el inicio de la campaña electoral, mientras los otros dos, Vicent Soler y Antoni Furió, mantienen silencio público en medio de la contienda.

El escenario, reconocen distintas fuentes universitarias es atípico, pero de lo que no cabe duda es de que el resultado de las elecciones anteriores ha condicionado los acontecimientos en la precampaña rectoral de la mayor, con 60.000 alumnos y empleados, y la más antigua de las universidades públicas valencianas, con más de cinco siglos de historia. El aspirante, Vicent Martínez, tanteó mucho antes de la convocatoria electoral las intenciones de los tres contendientes en las anteriores elecciones. Él se enfrentaría a Morcillo si ninguno de ellos lo hacía y aspiraba a representar los deseos de cambio que aquellos tres encarnaron hace cuatro años.

Vicent Soler tiene colmadas sus aspiraciones en ese sentido con el decanato de la Facultad de Economía, la mayor de la universidad. Antoni Furió se encuentra tan fuera de cualquier carrera electoral que está a punto de marcharse a París. Solo María Antonia García-Benau ha dejado en el aire la posibilidad de concurrir a las elecciones hasta poco antes del inicio de la precampaña y ha dado muestras de querer influir en el proceso electoral en marcha. Artículos publicados en distintos medios de comunicación, con su firma o la del colectivo Alma Máter, así lo daban a entender. El último se publicó el mismo día del fin del plazo para presentar las candidaturas, y lo firmaba con Ramón López, exdecano de Filosofía y miembro de su candidatura en los comicios de 2010. López apareció esa misma mañana con otros miembros del equipo de Morcillo en la presentación de la documentación ante la Junta Electoral. Para que no hubiera dudas.

Más de uno interpreta que la escenificación propiciada por García-Benau, que no ha renunciado a sus opciones a presentarse a las elecciones de 2018, condicionaba la autonomía de Morcillo. Con la presentación ayer de una candidatura en la que figuran miembros de las candidaturas de Soler y Furió en 2010, a quienes se ve personalmente fuera de futuras lizas electorales aunque no renuncien a ser referentes de distintas sensibilidades dentro de la universidad, el candidato a la reelección muestra una capacidad de integración que no deja entrever dependencias. A los representantes de las candidaturas del decano de Economía y del exjefe del Servicio de Publicaciones les ha adjudicado dos vicerrectorados potentes: Economía e Investigación y Política Científica.

Por otra parte, la operación integradora desplegada las dos últimas semanas deja descolocado al otro candidato. Vicent J. Martínez ya anunció en su primera y hasta ahora única comparecencia ante la prensa que su equipo no tendría más de cuatro o cinco miembros, pero nada se sabe de ellos o ellas. Ha optado por mantener la intriga algún tiempo más ante un electorado  que esta semana ya dejaba ver en los pasillos cierta impaciencia por saber con qué referentes iba a contar cada candidato. Tras mover ficha Morcillo, al catedráctico de Astronomía no le queda mucho margen para una candidatura alternativa, puesto que en el equipo del actual rector ya hay representantes de todas las candidaturas alternativas que con él compitieron en las anteriores elecciones. Cuesta creer que se haya tirado a la piscina sin tener claro que había agua, pero hay menos agua que cuando anunció su zambullida en la liza electoral.

 Lo normal es que Martínez presente sus cartas antes del día 5 de febrero, que es el día de comienzo oficial de la campaña electoral. Al día siguiente habrá un Claustro para la exposición y debate de candidaturas y programas y ambos aspirantes deberán estar bien pertrechados de argumentos y compañías que encarnen claramente esos argumentos.

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