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EH Bildu reclama la dimisión inmediata de Sagredo en la presidencia de la caja

La coalición acusa al PNV de considerar "de su propiedad" instituciones y empresas

EH Bildu ha exigido la dimisión o el cese "con carácter inmediato" de Xabier Sagredo como nuevo presidente de la BBK, ya que su nombramiento supone "una inaceptable tomadura de pelo". Sagredo,quien hasta la semana pasada fue miembro de la ejecutiva del PNV de Bizkaia y su tesorero hasta hace algunos meses, ha relevado esta misma semana en la presidencia a Mario Fernández, que acaba de cumplir 70 años.

En un comunicado, la coalición soberanista ha advertido de que "el pacto entre PNV y PP para la gestión de las cajas vascas está llevando a éstas a una situación límite", como a su entender evidencia "la acumulación de datos negativos" en relación a Kutxabank. "En los últimos tiempos hemos asistido a desinversiones, venta de patrimonio, reducción de presupuesto en la Obra Social y ahora imposiciones externas que comprometen el carácter público de Kutxabank", ha censurado EH Bildu, que ha destacado además que los sindicatos han puesto de relieve la pérdida de empleo y el deterioro de las condiciones laborales.

La coalición ha señalado que la sucesión de "decisiones erróneas" como la expansión "incontrolada" por el Estado, las inversiones "especulativas" o la adquisición de Cajasur "han llevado a Kutxabank, en un contexto de grave crisis económica, a reducir sus beneficios el año pasado a 84 millones (48 en el primer semestre de 2013)".

En este contexto, ha considerado "una inaceptable tomadura de pelo" el nombramiento de Sagredo como presidente de la entidad, ya que "redunda en la práctica de este partido, que considera de su propiedad las instituciones y empresas públicas". Además, ha manifestado que su "vinculación con Iberdrola, el mundo de la construcción y la empresa Batzokia refuerza la percepción social generalizada de que existen relaciones inaceptables entre las cúpulas de los partidos tradicionales y las grandes empresas".

Para EH Bildu, esta "unidad de intereses político-empresariales" constituye "una auténtica quiebra democrática" ya que "supedita las políticas públicas a intereses particulares". La coalición ha concluido que Kutxabank y BBK necesitan "un cambio de rumbo", que oriente su acción "hacia Euskal Herria", trabaje en apoyo del tejido socioeconómico vasco, responda a las necesidades de crédito y apoye a los ciudadanos.

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