El presunto líder de los Casuals, en el juicio: “No voy a declarar nada a nadie”
Un abogado encargó a la banda una paliza a un preso por haber violado a su hija
Ricardo Mateo no contesta a las preguntas de nadie. Ni de los magistrados, ni del fiscal, ni de los abogados. Lo dejó claro ayer, de nuevo, en el segundo juicio que afronta por liderar, presuntamente, los Casuals, la facción más violenta y radical de los Boixos Nois, que nació en las gradas del Camp Nou y se transformó, con el tiempo, en una banda delictiva. El silencio de Mateo, que afronta una petición de 119 años de cárcel por una ristra de delitos relacionados con la extorsión a dueños de discotecas en Barcelona, es elocuente y significativo.
Mateo fue taxativo. “No voy a contestar ninguna pregunta de nadie, no voy a declarar nada. Ya está”, dijo ayer frente al micrófono. La magistrada quiso asegurarse de que conoce los hechos de los que se le acusa —asociación ilícita, tenencia de armas, tráfico de drogas y asesinato en grado de tentativa...—, pero Mateo la interrumpió hasta en dos ocasiones: “Le he dicho que no voy a declarar”. Además del líder, se sientan en el banquillo otras 28 personas por extorsionar a dueños de discotecas, propinar palizas por encargo y traficar con drogas.
Otro que declaró ayer es el abogado Alejandro B., al que la Fiscalía acusa de encargar a Antonio T., con contactos en el mundo carcelario, dar un escarmiento a un reo que cumplía pena de prisión en La Modelo de Barcelona por haber violado, supuestamente, a su hija. Alejandro B. aceptó, inicialmente, responder a las preguntas de la fiscal. Sin embargo, tras escuchar las conversaciones telefónicas intervenidas en septiembre de 2009, prefirió no seguir contestando.
“Le he dicho que no voy a declarar”, interrumpió el acusado al juez en un par de ocasiones
La fiscalía considera que, en diciembre de ese año, el procesado José Luis Z. —que ayer negó los cargos— localizó al supuesto violador por sus tatuajes y le amenazó con que “le apuñalaría y le quitaría de en medio”. De ese escarmiento se encargaron otros tres presos de la Modelo. Los jóvenes le metieron en la celda y le dieron “un fuerte cabezazo”, bajo la amenaza de apuñalarle si explicaba lo ocurrido, según la fiscal. Otro acusado, Joan S., respondió a su abogado para defender que únicamente “conocía del gimnasio” al resto de Casuals, pero que en ningún caso integraban una asociación ilícita.