_
_
_
_
_

El Ayuntamiento de Sallent también pone obstáculos a los planes de Iberpotash

Suspende el plan especial para ampliar una escombrera y le apremia a aportar más información

Dani Cordero
Vista aérea de las minas de potasa de Iberpotash.
Vista aérea de las minas de potasa de Iberpotash.SUSANNA SÀEZ

Iberpotash demandó el año pasado al Ayuntamiento de Sallent la ampliación del depósito salino de El Cogulló, en el que durante décadas se han ido amontonando los desechos generados por la extracción de potasas en el municipio. El Consistorio ha decidido “suspender” la tramitación del plan especial que debe permitir esa actuación y ha dado tres meses a la compañía minera para que aporte más información para subsanar la “insuficiencia de la documentación”. De otra forma dará por caducado el expediente y lo cerrará.

Se trata de un obstáculo más de los que está encontrando la compañía en sus planes para ampliar su actividad en el Bages. Ya ha topado con una sentencia contraria del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y con una denuncia presentada por sus competidores ante la Comisión Nacional de la Competencia.

Iberpotash explota dos minas en el Bages. Una en Súria y otra en Sallent. La primera es la que tiene garantizado el futuro de la actividad minera mientras que la segunda vive sus últimos años de actividad; su cierre está previsto como muy tarde para finales de 2014. Pero hasta que llegue su final, la compañía confía en poder seguir llevando los restos generados por la extracción de potasa (cada tonelada conseguida genera tres de desechos) a El Cogulló, lo que requiere la ampliación demandada al Ayuntamiento. También ha solicitado permiso para construir una nueva balsa —fuera de los límites permitidos— y una planta de tratamiento de sal.

La resolución de Sallent considera que la compañía ha de aportar más información, como las garantías medioambientales que garanticen una actuación también prevista por la compañía: el traslado de una pequeña escombrera de Vilafrunys a la de El Cogulló. Entre las peticiones, el Consistorio reclama un estudio de viabilidad de la fábrica de sal que permitirá “la progresiva supresión de los depósitos” y alerta de que no queda “nada clara” la conexión de la nueva balsa prevista con el colector de salmorras existente actualmente.

Para sacar adelante el plan especial, Iberpotash también deberá presentar un programa de restauración medioambiental de la zona y aportar “el testimonio fehaciente del título de propiedad del terreno” donde se prevé ampliar el depósito. La compañía asegura que sus previsiones contemplan deshacer paulatinamente la escombrera una vez concluya la explotación de la mina de Sallent y ha creado una comisión de trabajo con el Ayuntamiento para definir el futuro la zona afectada.

Iberpotash ya tuvo problemas en Súria para construir una rampa de 4,7 kilómetros de largo y 900 metros de profundidad, al iniciar las obras sin estar aprobado el plan urbanístico. Tras paralizar las obras, el pleno del municipio lo aprobó anoche.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_