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Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

La ‘primera dama’ del ático

Lourdes Cavero es esposa del presidente de la Comunidad y segunda de la patronal madrileña

Elena G. Sevillano
Lourdes Cavero.
Lourdes Cavero.sciammarella

Lourdes Cavero, adjunta a la presidencia de la patronal y lobbysta del sector eléctrico en Bruselas, es una mujer discreta pero poderosa. Esta semana se ha conocido que adquirió el 80% del lujoso piso en Marbella que sitúa en el ojo de la polémica a su marido, el presidente regional, Ignacio González.

La noticia saltaba cuando un juzgado de Estepona pidió a la Agencia Tributaria que investigara la propiedad de un ático de 500 metros cuadrados en una de las mejores zonas de la localidad malagueña, el mismo en el que González, y su familia llevan años veraneando. Y González, que hasta ahora decía ser un simple inquilino —pagaba 2.000 euros al mes, un precio considerado muy por debajo del mercado— de una sociedad constituida en el paraíso fiscal de Delaware a nombre de un empresario, Rudy Valner, experto en sociedades turbias, sorprendió al declarar que compró el inmueble el diciembre pasado por 770.000 euros (con una hipoteca de 270.000 en La Caixa a 20 años). El presidente cobra actualmente 103.000 euros brutos al año por el desempeño de su cargo público.

Pero no es él quien ha pagado el grueso de su segunda residencia, sino su esposa, Lourdes Cavero Mestre, con la que tiene régimen de separación de bienes, según se apresuraron a explicar en la Comunidad de Madrid. Ella es propietaria del 80% de la controvertida vivienda. El ático de Marbella ha vuelto a poner bajo los focos a esta licenciada en Empresariales discreta y poco dada a ejercer de primera dama que ya se vio en los medios de comunicación en 2011, cuando el presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, la fichó como adjunta a la presidencia. Antes de Cavero el cargo ni siquiera existía; fue creado para ella, lo que provocó malestar entre un sector de los empresarios, que criticaron la pérdida de credibilidad que suponía colocar a familiares del Gobierno regional.

Indemnizaciones y cargos

  • El currículum público en LinkedIn de Lourdes Cavero Mestre señala una única entrada en el apartado Educación: licenciada en Ciencias Empresariales (1979-1984).
  • Trabajó desde que acabó la carrera hasta 2011 en la patronal de las eléctricas, Anesa.
  • Dejó el puesto con una indemnización de 700.000 euros, según la Comunidad de Madrid, y la fichó el presidente de la patronal, Arturo Fernández, para un cargo que no existía hasta entonces.
  • Es miembro de la junta directiva de la CEOE desde 2005, según su CV público.
  • Desde 2006, consejera (el cargo no tiene sueldo) en el Consejo Social de la Universidad Autónoma de Madrid. La nombró la Asamblea de Madrid. Al presidente del consejo, Manuel Pizarro, lo nombró la Comunidad de Madrid.

Miembros de la junta directiva de la CEIM (Confederación Empresarial de Madrid) pidieron entonces explicaciones a su presidente. El sueldo de la nueva mano derecha de Arturo Fernández era de 78.000 euros brutos anuales, según les comunicaron entonces. Ahora la CEIM se niega a confirmar la retribución de su vicepresidenta. “Como corresponde a cualquier entidad privada, las relaciones contractuales con sus empleados pertenecen a ese ámbito”, afirman. Fuentes de la Comunidad de Madrid han explicado esta semana que Cavero, que trabajó 26 años en Unesa, la patronal del sector eléctrico, recibió una indemnización de 700.000 euros al dejar su puesto en 2011. Una portavoz de Unesa rechazó, a preguntas de este diario, confirmar el sueldo que cobraba y la cuantía de su indemnización, aunque precisó que Cavero salió de la patronal tras un ERE que afectó casi a la mitad de la plantilla.

Cavero se deja ver poco por la Casa de Correos, la sede del Gobierno regional, aseguran quienes trabajan allí con su marido. Sí acudió, junto a las tres hijas del matrimonio, a la toma de posesión de González, en septiembre pasado. “Era una más en el trabajo, una persona de lo más normal que salía a tomar café con el resto”, explica un antiguo empleado de Unesa. “No le pega ser la señora presidenta. Ella siempre huyó de esas cosas; de hecho, no se la ha visto acudir a ningún acto. Nunca hubo problemas relacionados con la actividad política de su marido, y era algo sabido. Cuando la Comunidad de Madrid abrió un expediente a las eléctricas hace cuatro años, él ya era un miembro destacado del Gobierno regional y no pasó nada”, añade.

Cavero entró a trabajar en Unesa en 1984, recién licenciada. Llegó a ser responsable del área internacional, lo que la obligaba a viajar con frecuencia (solo habla francés, según los datos que aportó al Comité Económico y Social Europeo, del que es miembro desde 2006 a propuesta de la CEOE) en representación del sector eléctrico español. Compaginaba el trabajo y los viajes con la presidencia de Subastas Segre, empresa dedicada a las subastas de arte cuya consejera delegada es María del Carmen Cafranga, amiga personal de Ana Botella y exconsejera de Caja Madrid Cibeles, una filial de Caja Madrid. La sociedad, con 13 empleados, declaró 194.221 euros de beneficios en 2011, según consta en el registro mercantil. Cavero también forma parte del Consejo Social de la Universidad Autónoma de Madrid, donde estudió la carrera. Es consejera de la universidad por designación de la Asamblea de Madrid y solo cobra dietas por participar en los plenos, unos ocho al año (200 euros brutos cada uno, según fuentes de la Autónoma).

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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