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La Junta suspende su aportación a los seguros agrarios tras agotar el crédito

El sector lamenta perder el “último salvavidas” ante las adversidades

Ginés Donaire
Cultivos inundados tras desbordarse el Guadalquivir en Sevilla.
Cultivos inundados tras desbordarse el Guadalquivir en Sevilla.ALEJANDRO RUESGA

Otro grifo que se cierra. Apenas unos días después de que el consejero de Agricultura, Luis Planas, hablase de la necesidad de reflexionar sobre la aportación autonómica a los seguros agrarios, la Junta ha comunicado este miércoles la suspensión temporal de la línea de ayudas para 2012. El motivo no es otro que el haber agotado el crédito presupuestario para este ejercicio, tras gastar 12 millones de euros. Las organizaciones agrarias han criticado la medida y alertan de la desaparición del modelo semipúblico de seguros agrarios en detrimento de los seguros privados. Los seguros de sequía en pastos y el de rendimiento en el olivar serán los más afectados al estar en pleno periodo de suscripción.

"Es un ejercicio de responsabilidad". Es la justificación trasladada por el consejero Luis Planas a los representantes del sector agrario, para una medida que tendrá efectos esta semana tras su publicación en el BOJA. De haber mantenido en vigor la línea de ayudas la Junta habría generado nuevos compromisos de gasto que no podrían ser asumidos.

El sistema nacional de seguros agrarios cuenta con un 50% de financiación pública. El Ministerio de Agricultura financia en torno al 40% y el 10% restante, las comunidades autónomas. Varias de ellas, como Castilla-León, Murcia y Extremadura, ya habían anunciado que suspendían su aportación por falta de fondos. Ahora se suma Andalucía, pero desde la consejería se espera que el impacto no sea muy grande. Para ello, se recuerda que una reducción similar en la campaña del año pasado tuvo una baja afección en las hectáreas aseguradas. Con todo, la Junta ha acordado la continuidad de la Comisión Territorial de Seguros para analizar la incidencia de esta medida y la evolución del mercado de seguros.

El sector agrario ha criticado este recorte en las ayudas. El secretario regional de COAG, Miguel López, ha señalado que “se tira por tierra el trabajo de concienciación que se ha hecho en los últimos años” y ha lamentado que la medida llegue “en un momento como este, en que a las dificultades meteorológicas se unen los problemas de la coyuntura económica”. Hay que recordar que la propia Consejería de Agricultura cifró en marzo en 650 millones las pérdidas de agricultores y ganaderos a causa de las heladas y la sequía. Esas pérdidas, sostiene Asaja, “hubieran llevado a la quiebra a miles de explotaciones agrarias” de no ser por el Plan de Seguros Agrarios Combinados.

Para el presidente andaluz de Asaja, Ricardo Serra, “el seguro agrario es el último salvavidas con el que cuenta esta industria sin techo” ante adversidades como el pedrisco, heladas, sequía, inundaciones o las plagas. Y recuerda que en un año como el actual, donde la sequía ha reducido en un 70% la producción andaluza de cereales, el seguro agrario ha permitido indemnizaciones de más de 40 millones a los agricultores. También los ganaderos que tenían contratado el seguro de sequía en pastos han percibido 18 millones para la compra de piensos y forrajes con los que alimentar a sus rebaños.

La Consejería de Agricultura destinó 15 millones durante 2011 a apoyar los seguros, que han cubierto unas 800.000 hectáreas anuales. Con todo, en 2010 apenas una quinta parte de la superficie agraria andaluza se encontraba asegurada, y la realidad dice que los principales cultivos, como son el olivar y los hortícolas (que generan el 70% de la Producción Final Agraria) están a la cola de contratación. A pesar de que el Gobierno central y las comunidades subvencionan con más de 400 millones la suscripción de estas pólizas, lo cierto es que la ineficacia que presentan muchas de ellas las hace poco atractivas para los agricultores.

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A pesar de ello, las organizaciones agrarias defienden este modelo de seguros agrarios creado hace unos 30 años y lo ven como un referente en Europa. Por eso Asaja ha alertado de que la falta de apoyo al sistema nacional de seguros agrarios “lo abocaría a su desaparición para ser sustituido por sistemas privados de aseguramiento alejados de los intereses generales del sector”.

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