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La Xunta admite ahora dificultades de financiación en la autovía de Berdoias

La oposición denuncia la paralización del principal proyecto de la consellería La consellería “confía” en un acuerdo económico para acabar la obra

Fotografía distribuida ayer por la Xunta para demostrar que no se han interrumpido las obras de la autovía.
Fotografía distribuida ayer por la Xunta para demostrar que no se han interrumpido las obras de la autovía.

Es el proyecto estrella de la Consellería de Infraestructuras para esta legislatura. El tramo Carballo-Berdoias de la autovía de la Costa da Morte es no solo la actuación más costosa del departamento de Agustín Hernández, sino también la más controvertida, después de tres concursos de adjudicación. La unión de empresas (UTE) que ejecuta las obras frenó los trabajos en abril y comenzó a despedir personal. En un primer momento, la adjudicataria negó atravesar problema alguno y aseguró que la obra iba “muy adelantada”. Ayer, la consellería admitió por primera vez en el Parlamento que existen “dificultades de financiación”.

Que el problema sea precisamente de financiación no es una cuestión menor, ya que el modelo de colaboración público-privada, por el que la adjudicataria paga las obras a cambio de un canon que no empieza a cobrar hasta que entren en servicio, es el mismo que se emplea por ejemplo en el futuro hospital de Vigo. Pero además, la situación es muy similar a la que se vivió hace tres años con el mismo proyecto, después de que el Gobierno bipartito alcanzara un acuerdo con la primera adjudicataria para renegociar el contrato, precisamente por falta de financiación. Una de las primeras decisiones de la Xunta del PP en 2009 fue descartar ese pacto, que Alberto Núñez Feijóo tachó de “fraude”.

"La Xunta confía en que se cierre un acuerdo para acabar la autovía"

La autovía se volvió a someter a concurso, pero Hernández frenó su adjudicación en el último momento, cuando el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, desveló en el Parlamento que la oferta seleccionada incrementaba el coste de la actuación en 375 millones de euros. El presupuesto final será de 745 millones, 161 millones más que el del proyecto anulado por Feijóo, que se destinarán a construir un tramo de 42 kilómetros de autovía por el que circularán no más de 7.900 coches diarios.

La diputada socialista Marisol Soneira preguntó ayer en una comisión de la Cámara por la paralización de las obras. “No se mueve nada”, alertó. Le contestó la directora de la Axencia Galega de Infraestructuras, Ethel Vázquez. “En el escenario de crisis actual, existen dificultades. La concesionaria trata de alcanzar la financiación precisa”, desveló, para añadir: “La Xunta confía en que la UTE logre cerrar un acuerdo para finalizar la autovía”. Una y otra, continuó, “son las primeras interesadas en concluir las obras, en especial la concesionaria, que no empieza a cobrar el canon de la Xunta hasta que la autovía entra en servicio”.

Lo que sí negó Vázquez fue la paralización. Las obras siguen y la puesta de servicio se realizará “en plazo”, dijo. Inicialmente, la Xunta prometió inaugurar la autovía el primer trimestre de 2013, antes de que acabe la legislatura. En la actualidad, el departamento de Agustín Hernández se conforma con poner el vial en servicio en el segundo semestre del año próximo. Frente a la versión de la responsable de la Axencia de Infraestructuras, Soneira sostuvo que los únicos trabajos que se realizan son solo “de mantenimiento”.

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