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Un mediador comprende más al PP que a la izquierda ‘abertzale’

Spektorowsky reprocha a los herederos de Batasuna que hayan rechazado comparecer en la ponencia de paz del Parlamento

Alberto Spektorowski.
Alberto Spektorowski.L. RICO

El miembro del Grupo Internacional de Contacto (GIC) Alberto Spektorowsky, que compareció ayer ante la ponencia de paz y convivencia del Parlamento vasco, dejó a su término y en los pasillos de la Cámara su reproche a la izquierda abertzale por haber rechazado comparecer ante ella. En cambio, se mostró comprensivo con “los miedos” e incluso “las dudas del PP hacia nosotros”, dijo en referencia al GIC. Afirmó albergar “muchísimo respeto hacia el PP” y también para con su decisión de no acudir ayer a la reunión convocada para escucharle.

La ponencia se acordó en el Parlamento vasco el 30 de marzo, tras proponerla el lehendakari como un foro para el intercambio discreto entre los partidos vascos en materias sensibles que deben abordarse tras el fin del terrorismo. Entre ellas, el tratamiento a los presos de ETA y su eventual reinserción.

El grupo que lidera el abogado sudafricano Brian Currin ha estado de nuevo en el País Vasco entrevistándose con diferentes representantes de partidos. Aprovechando esa circunstancia, la ponencia parlamentaria llamó a Spektorowsky y el PP anunció que no acudiría a escucharle. “¿Qué pintan ese contactador, ese Currin o los demás, además de llenarse los bolsillos cuando ETA sigue paseándose con armas?”, fue la dura manera del presidente del PP, Antonio Basagoiti, de argumentar la ausencia de su portavoz en la reunión. Pese a ello, Spektorowsky no quiso hacer hincapié en esa descalificación. “Entiendo más la ausencia hoy del PP que la posición de la izquierda abertzale de no participar”, dijo. “Entiendo su situación, aunque no la comparta, porque me encantaría poder tener un diálogo con todos”, añadió.

Spektorowsky subrayó varias veces que la izquierda abertzale “ha sido invitada” al foro constituido en el Parlamento y consideró “no del todo convincentes” las razones que adujo —que no estará representada como el resto de las formaciones con grupo en la Cámara— para no acudir a la ponencia. “Podrían participar igual”, insistió, pasando por alto esa circunstancia.

La crítica de Spektorowsky, que no quiso informar sobre el contenido de su intervención a puerta cerrada para salvaguardar la discreción a que se han comprometido los grupos, tiene importancia porque al GIC de Currin se le considera más bien vinculado a la izquierda abertzale.

Por su parte, el Gobierno vasco, que no reconoce ni recibe tampoco a los integrantes del Grupo Internacional de Contacto por considerar “innecesarios” sus servicios, sí vio con buenos ojos la comparecencia de Spektorowsky en la Cámara vasca.

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