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Busturialdea sufre más sin Inama

El cierre de la empresa agrava el declive industrial de la comarca

Trabajadores de Inama comparecen ante los medios durante las movilizaciones contra el cierre de la empresa
Trabajadores de Inama comparecen ante los medios durante las movilizaciones contra el cierre de la empresaSANTOS CIRILO

130 puestos de trabajo perdidos y cientos de profesionales afectados de manera indirecta. Este es el dramático balance personal y económico que deja el cierre de la empresa Inama, la firma de Muxika (Bizkaia) dedicada a la fabricación de tableros de madera aglomerada. Es otro duro golpe para la comarca de Busturialdea, inmersa desde hace años en una situación de grave declive industrial. Los trabajadores de la maderera aceptaron el pasado lunes los despidos y asumieron el cierre de la compañía.

Inama estaba en concurso de acreedores desde noviembre del año pasado, con la actividad totalmente paralizada y un ERE de extinción de 107 contratos. Los trabajadores, con el apoyo de las instituciones vascas, habían presionado al grupo gallego Finsa, propietario de la firma, para que abandonara las instalaciones y abriera la puerta a otros inversores. Pero la multinacional no estaba por la labor de facilitar la entrada a la competencia. Lo único que contemplaba era cerrar la fábrica y trasladar toda su actividad a otras plantas.

En su lucha, el comité de empresa había solicitado al juez que no aceptara a trámite el mencionado ERE de extinción de contratos al entender que no había motivos para los despidos. Sin embargo, los trabajadores, reunidos el lunes pasado en asamblea, votaron a favor (67-20) de aceptar la oferta de despido de Finsa —se firmó al día siguiente— sin esperar a la resolución judicial. Cobrarán 35 días por año trabajado con un máximo de 20 mensualidades o un tope de 50.000 euros. El temor a un fallo en contra de sus intereses y a que las indemnizaciones fueran menores a las pactadas pesó demasiado.

El sábado, protesta en Gernika contra la destrucción de trabajo en la zona

Finsa deberá ahora resolver cómo salda la deuda de casi ocho millones de euros que tiene con la Diputación vizcaína por las denominadas vacaciones fiscales, las ayudas entregadas en la década de los 90 y declaradas ilegales por Europa. Bizkaia reclamó, en noviembre de 2011, a 26 empresas vizcaínas que devolvieran este dinero. Inama fue la única que no lo hizo. En un primer momento, los responsables forales aceptaron, a cambio de esa deuda, una donación de parte de las instalaciones de la fábrica. Sin embargo, cuando conocieron la voluntad de Finsa de cerrar, procedieron al embargo de bienes (inmuebles y maquinaria, principalmente). Con esta maniobra, Bizkaia pretendía abrir una vía a la posible entrada de otro socio inversor.

Asimismo, la Diputación estaba dispuesta, según fuentes del comité de empresa, a ofrecer ayuda económica para solucionar los problemas medioambientales de Inama. Con un amplio historial contaminante, la firma no disponía de la licencia de Autorización Ambiental Integrada del Gobierno vasco, y, como consecuencia de ello, tampoco con la de actividad del Ayuntamiento de Muxika. Pero nada de esto será ya necesario. Inama cierra y agrava con ello el declive socioeconómico de Busturialdea.

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La Mesa Intersectorial de la Madera, organismo que sirve de encuentro para el sector forestal vasco y las industrias asociadas a la madera, consideró que el cierre supone "un gran revés", ya que se trata de la única fábrica de tablero aglomerado de Euskadi. "Su proceso industrial permitía poner en valor la materia prima del monte, apea de pino y de otras coníferas y frondosas, y los subproductos de aserraderos e instalaciones madereras, como serrín, costero y tacos", indicaron. Los grupos junteros vizcaínos llevan tiempo denunciando la "grave situación socioeconómica" que está viviendo Busturialdea, con la pérdida los últimos años de "miles de puestos de trabajo" en agricultura, pesca, industria o servicios.

La tasa de paro de Busturialdea alcanza el 12,5% y los grupos junteros denuncian la "grave situación" de la comarca

Los comités de empresa de Inama y Rinder Industrial —esta firma ha anunciado el cierre para el año próximo, lo que significará otros cien puestos de trabajo perdidos en la zona— han convocado una manifestación en Gernika para el 24 de marzo (12:00 horas) con el objetivo de decir "stop a la destrucción de nuestra comarca". "Estas empresas, tras haber obtenido pingües beneficios, se han ido para reducir costes y ganar más dinero", criticaron los portavoces de los comités.

La tasa de paro en Busturialdea llega al 12,5 %, con una subida de casi tres puntos en el último año y medio, denunciaron. "El cierre de empresas, despidos y pérdida continuada de puestos de trabajo es el pan nuestro de cada día. En Busturialdea es casi imposible encontrar un puesto de trabajo", agregaron. Según su análisis, el primer sector "está en vías de desaparición" y el pequeño comercio "no levanta cabeza" por la bajada del consumo. "La situación que vivimos exige un cambio", zanjaron.

Dormir con las ventanas abiertas

El desmantelamiento de Inama no ha entristecido a todo el mundo en Busturialdea. Muchos vecinos que viven cerca de la maderera llevaban años esperando este momento. Tras años de denuncias —hay todavía un proceso penal abierto—, vislumbran ya el final de "una pesadilla". Algunos de ellos tuvieron que abandonar sus hogares por el ruido nocturno "insoportable" y por diversas afecciones respiratorias causadas por el humo y el serrín que expulsaba la maderera.

“Estamos muy contentos. Es una pena que se pierdan puestos de trabajo, pero los problemas que causaba Inama eran enormes para los vecinos”, expresa un portavoz de la plataforma Muxika-Garbi. “No es la ubicación adecuada para este tipo de industrias. Ya podremos dormir con las ventanas abiertas y de un tirón. Es una liberación para la localidad que trae un drama incorporado [en referencia a los puestos de trabajo perdidos]. Son otros paganos en el club de víctimas de Inama”, añade. El portavoz de Muxika-Garbi cree que lo ocurrido con Inama “debería hacer reflexionar a todos los políticos”.

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