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Un ladrón muere al ser retenido en el aparcamiento de la estación de Sants

El hombre sufrió una parada cardiorrespiratoria y falleció en el hospital Clínic

Agentes de los Mossos buscan pruebas en el aparcamiento de la estación de Sants.En primer plano, el cristal del techo roto del coche que presuntamente robó el fallecido.
Agentes de los Mossos buscan pruebas en el aparcamiento de la estación de Sants.En primer plano, el cristal del techo roto del coche que presuntamente robó el fallecido.EL PAÍS

Consiguió colarse en el Ford Focus rompiendo la luna del techo. Recolectó todos los objetos de valor que pudo encontrar. Pero no logró sobrevivir. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para determinar las causas de la muerte de un hombre que sufrió una parada cardiorrespiratoria en la madrugada del martes tras ser retenido por un vigilante de seguridad del aparcamiento de la estación de Sants que le descubrió en el interior de un vehículo ajeno.

Los hechos ocurrieron en torno a las tres de la madrugada en la primera de las cuatro plantas de las que dispone el aparcamiento del principal nodo ferroviario de Barcelona. El presunto ladrón, un hombre de 50 años y nacionalidad española, fue retenido por un vigilante de la empresa Securitas que se había percatado de su presencia y que alertó a los Mossos d’Esquadra una vez le hubo retenido.

Cuando se personaron los agentes de la policía catalana se encontraron con “un hombre tumbado en el suelo que acababa de ser retenido por vigilantes de seguridad de la estación”, según reza el comunicado que ayer emitieron los Mossos en su página web, y que continúa así: “Unos minutos después, los agentes observaron que al hombre le empezaban a fallar las constantes vitales, de forma que los agentes iniciaron maniobras de reanimación hasta la llegada del personal del Sistema de Emergencias Médicas (SEM)”.

Según fuentes del SEM, que envió dos ambulancias al lugar de los hechos, “los trabajadores se encontraron con un hombre que sufría una parada cardiorrespiratoria y en quien no se detectaron señales de violencia”. El hombre, que fue trasladado de inmediato, finalmente, falleció en el hospital Clínic de Barcelona.

“Los ladrones suelen experimentar crisis de adrenalina independientemente de lo experimentados que sean y del número de robos que hayan cometido”, explicaba ayer por la mañana en el aparcamiento uno de los tres agentes de la policía científica que investigan lo sucedido.

Le fallaron las constantes vitales después de que llegaran los agentes
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Los Mossos d’Esquadra, que están a la espera de que los resultados de la autopsia expliquen cuáles han sido las causas de la muerte, tomaron declaración al agente implicado —en horario nocturno solo trabajan dos, uno en el puesto de control y otro que hace la ronda— y revisaron todas las grabaciones de las cámaras de vigilancia, que no han devuelto ninguna certeza porque están instaladas únicamente en las entradas y salidas de la cochera.

Tres agentes de la policía científica estuvieron hasta las tres de la tarde en el aparcamiento, recabando y fotografiando pruebas y comprobando que no hubiese más vehículos forzados.

Un encargado del aparcamiento explicaba ayer que esta ha sido la primera vez en cuatro años que se tiene constancia de que alguien entra a robar en el recinto, “aunque muchas veces hay indigentes que pasan la noche resguardados”. En principio, descartan que la persona que ha realizado el robo sea uno de estos mendigos.

A pesar de que solo la autopsia podrá determinar qué fue exactamente lo que ocurrió en la cochera, ayer, uno de los guardias de seguridad del turno de mañana aseguraba, no sin secretismo, que el supuesto ladrón había muerto por culpa de un infarto. “Es lo que les pasa, se ponen nerviosos y ¡pum!, al suelo”. “Pero yo no te he dicho nada”, sentenció.

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