Cierval censura el enfrentamiento abierto por Bankia frente a Bancaja
González dice que no solo la Comunidad Valenciana ha hecho cosas mal El dirigente de la patronal valenciana pide que la "ropa sucia" se lave en casa
José Vicente González, presidente de la patronal valenciana Cierval, censuró este lunes el enfrentamiento abierto entre Bankia y Bancaja por la decisión de la primera de revisar el peso en la fusión de la entidad valenciana. “Este es el tipo de cosas en las que conviene, si hay problemas, la ropa sucia lavarla dentro de casa”, dijo González antes de empezar una junta de Cierval a la que asistió el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell.
González agregó que si ese consejo siempre es bueno, lo es aún más en el caso de las entidades financieras, que dependen de manera crítica de su capacidad para generar confianza. A cajas y bancos, concluyó, les es exigible el proverbio sobre la mujer del césar: “Que además de ser honrada tiene que parecerlo”. “Yo espero que estas cosas se resuelvan, pero no está en nuestra mano”, afirmó.
El presidente de Cierval abordó la mala imagen que la Comunidad Valenciana proyecta en los últimos tiempos hacia el resto de España y del mundo, aunque introdujo una dosis de autocrítica. “Yo no voy a defender algunas cosas que hemos hecho en esta comunidad que creo que son indefendibles, pero eso no quiere decir tampoco que seamos los únicos”.
Sin citarlos, González pareció referirse a los casos de corrupción política, pero quizá especialmente a la negligente gestión de los fondos públicos. “Seguramente no somos ni los más altos, ni los más guapos, ni los más ricos, pero tampoco somos los más bajitos, los más feos ni los peores administradores, somos gente muy normal, como en cualquier otra parte”. La comunidad autónoma está llena de personas, trabajadores y empresarios, que desempeñan honradamente y con esfuerzo su labor. El presidente de CEOE afirmó, por su parte, que con la percepción “de lo que pasa en Valencia pasa lo mismo que cuando vamos a Europa y nos preguntan por España”; “estamos en todos los sitios igual”.
Rosell insistió en la idea que han repetido la patronal y el Gobierno desde que se aprobó la reforma laboral: el nuevo marco legal no será una varita mágica que dome a corto plazo el caballo desbocado del desempleo. “Tendrán que pasar dos o tres trimestres para ver qué pasa”, dijo. El presidente de CEOE señaló que el objetivo de fondo de la reforma no es facilitar el despido o la bajada de sueldo de los trabajadores, sino ampliar el abanico de posibilidades con las que cuentan las empresas ante una situación de crisis como la actual. “Vamos a ver si con una nueva mentalidad, copiada de países como Alemania, en vez del despido directo es posible flexibilizar plantillas y que las empresas puedan subsistir”, declaró.
La creación de empleo, concluyó, requiere confianza, financiación y crecimiento. Rosell esperó que la recuperación empiece a final de año, pero advirtió de que las previsiones no son optimistas.
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