Fabra cambia la mano derecha de Camps por la suya en la dirección estatal del PP
Ciscar sustituye a Rambla y la baja de Michavila la cubre Susana Camarero
El presidente regional del PP y de la Generalitat, Alberto Fabra, logró este sábado afianzar su liderazgo en el congreso nacional que el partido celebra este fin de semana en Sevilla.
Fabra consiguió sustituir en el comité ejecutivo nacional del PP —el máximo órgano de dirección del partido, integrado por 35 miembros— al exvicepresidente de Francisco Camps, el hoy diputado Vicente Rambla, por el suyo, José Ciscar.
La otra novedad es la entrada de la diputada por Valencia Susana Camarero, una persona vinculada estrechamente en su día al zaplanismo, que ocupará el cargo de secretaria de actas en el Comité Nacional de Derechos y Garantías. Camarero cubre la vacante del exministro y exdiputado por Valencia José María Michavila, hoy dedicado a la actividad privada.
Camarero, según fuentes del PP regional, debe su promoción al propio Alberto Fabra, que quería mantener el número de ocho representantes en el comité ejecutivo nacional del PP que obtuvo en su día Francisco Camps.
La nueva integrante del comité nacional del PP, pese a estar vinculada a la provincia de Valencia, no tiene ninguna relación estrecha ni con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que sigue en el máximo órgano de dirección del partido, ni con el presidente provincial, Alfonso Rus. En la lista de elegidos se mantienen, además de Barberá, el exconsejero de Economía Gerardo Camps; el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; el exministro Federico Trillo, que se mantiene como parte de la cuota personal de Mariano Rajoy; y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, como miembro nato. La lista la completa Esteban González Pons, que repite en la cúspide del PP nacional, aunque con las responsabilidades devaluadas.
González Pons, que ocupaba la vicesecretaría de Comunicación, mantiene el rango pero no la función, que desaparece. El diputado valenciano mantiene el puesto de vicesecretario —solo hay tres— pero como responsable de Estudios y Programas del PP nacional.
Fabra aprovechó la sesión central del congreso del PP para escenificar sus buenas relaciones con Rajoy y la reelegida secretaria general, María Dolores de Cospedal.
