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Una avería eléctrica deja sin luz a 800 abonados en Platja d'Aro

Cuatro municipios de Girona deciden cancelar también hoy las clases

Cuatro imágenes de la nevada: Una carretera en Cambrils, un petirrojo en un bosque de Collserola, una chica jugando con su perro en Vic y dos cocineros fotografiándose en el Tibidabo.
Cuatro imágenes de la nevada: Una carretera en Cambrils, un petirrojo en un bosque de Collserola, una chica jugando con su perro en Vic y dos cocineros fotografiándose en el Tibidabo.J.S. / REUTERS / A. A. / T.

El segundo frente de precipitaciones hizo el jueves su aparición un poco más tarde de lo previsto por los meteorólogos, alrededor de las 19.30 horas, por las costas de Girona. Las nevadas comenzaron en las comarcas del Alt y el Baix Empordà, y alcanzaron poblaciones situadas a nivel del mar, como Cadaqués y Roses. A las nueve de la noche las temperaturas no superaban el grado positivo y la sensación de frío era intensa por el viento que soplaba desde primeras horas de la tarde. Se preveía que el frente se extendiera posteriormente a las comarcas del Gironès, el Pla de l’Estany y la Selva.

En Girona, unos 800 abonados de Palafrugell, Calonge y Platja d’Aro se quedaron sin luz a las 20.15 horas por una incidencia en una línea de media tensión, que se desconectó debido a la nieve. Un portavoz de ENDESA informó de que la empresa preveía que la incidencia estuviese solucionada hacia las once de la noche. Al cierre de esta edición, la avería no estaba solucionada. El mismo portavoz recalcó que los problemas de suministro eran leves y nada comparables a los de marzo de 2010, cuando miles de abonados se quedaron sin luz.

La nevada provocó el cierre al tráfico de la carretera C-31 entre las poblaciones de Santa Cristina d’Aro y Palafrugell, la C-65 en Cassà de la Selva y la C-260 en Llagostera. Otras rutas estaban en alerta: Protección Civil pedía precaución por la presencia de nieve o hielo en otras carreteras, como la C-66 entre La Bisbal d’Empordà y Palafrugell.

El Departamento de Enseñanza no ha recomendado el cierre de los centros escolares, pero colegios de Hostalric, Santa Coloma de Farners, Castell-Platja d’Aro y Palafrugell determinaron que el viernes no habrá clase. La Delegación de la Generalitat en Girona no tenía constancia de si otros centros tomarían la misma medida. “Lo decidirán seguramente por la mañana”, informó un portavoz. “Aquí no hay ninguna situación excepcional”, explicaron fuentes del Ayuntamiento de Olot, donde el frío no era mayor que el de cualquier día de invierno de bajas temperaturas.

El Ayuntamiento difundió, a última hora de la noche, un comunicado en el que anunciaba que en principio los colegios abrirían con normalidad si las condiciones metereológicas no empeoraban. Los operarios municipales arrojaron sobre la calzada 45 toneladas de sal. El jueves, 19.000 escolares barceloneses, la mayoría de centros de la parte alta de la ciudad, regresaron a casa antes de hora por culpa del mal tiempo o en previsión de que empeorara. La mayoría de los padres aceptaron de buen grado recoger antes a los niños, ya que aún están muy frescas en la memoria las imágenes de la nevada de 2010 cuando muchos se quedaron atrapados en sus coches a causa del mal tiempo y el hielo en las carreteras.

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