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Duelo en Banyoles por el asesinato de una comerciante

El Ayuntamiento realiza un minuto de silencio en honor de Concepció Reixach

La propietaria de una zapatería de Banyoles murió ayer apuñalada en el interior de su tienda.
La propietaria de una zapatería de Banyoles murió ayer apuñalada en el interior de su tienda.PERE DURAN

La tienda Calzados Reixach de Banyoles ha amanecido hoy con las persianas bajadas. Unas cuantas velas y varios ramos recuerdan a Concepción Reixach, de 53 años, propietaria del establecimiento. Ayer por la tarde la asesinaron a puñaladas, una de ellas en el cuello, según fuentes del caso. Los Mossos d'Esquadra buscan todavía al autor o autores del brutal crimen. Rafaela Cano se ha acercado a dejar unas velas y una pequeña figura de Papá Noel como homenaje. “La conocía desde hace 36 años, era una chica muy agradable”, dice emocionada esta vecina de Banyoles de 67 años.

Calzados Reixach es una pequeña tienda que Concepció heredó de sus padres en la calle Santa María, en el centro antiguo de Banyoles. Numerosos clientes la recuerdan subiendo y bajando afanosa las escaleras que dan al almacén para ir a buscar el número apropiado. Detrás del mostrador hay otra pequeña puerta que da a otras escaleras para bajar a una sala subterránea. En esas escaleras es donde ayer la encontró la policía alrededor de las ocho de la tarde. La tienda estaba revuelta, había un gran charco de sangre en el suelo y de la caja registradora se habían llevado el dinero, explican fuentes cercanas al caso.

Es lo que lleva a la policía a apuntar el robo como un posible móvil del crimen, a pesar del ensañamiento con el que se cometió. En Banyoles no se lo explican y ha empezado a circular el rumor de que el autor quizá sea toxicómano. Solo la desesperación de un adicto podría explicar la brutalidad.

El teléfono estaba ensangrentado, lo que hace suponer que Reixach intentó alertar de lo que le estaba pasando pero no le dio tiempo. Francesc Maiolas vio el despliegue policial de ayer. “Sobre las ocho de la tarde estaba aquí. Vi a la policía local y luego a los Mossos, y pensé que habían vuelto a robar en la iglesia”, dice. La zapatería está enfrente de la iglesia de Santa Maria dels Turers, del siglo XIII. “Conocía a Concepció de toda la vida. Era bondadosa y cariñosa”, afirma. “Han destrozado a una familia para siempre”.

La noticia corrió como la pólvora por Banyoles. Los feligreses que salían de la misa de la tarde en la iglesia cercana vieron a la policía en el local y se enteraron de lo sucedido. Los mensajes de móvil esparcieron la información por dentro y fuera de esta pequeña y tranquila ciudad del Pla de l'Estany. La primera persona que se enteró, sin embargo, fue una clienta que entró en la zapatería y se topó con la escena del crimen: la sangre en el suelo y la tienda patas arriba. Fue ella la que avisó a la policía. Mossos y Policía Local rastrearon Banyoles durante la noche en busca de cualquier pista sobre el crimen.

Concepció tenía dos hijos, un hombre y una mujer, y dos nietos pequeños, una niña y un niño. El hijo mayor trabaja como técnico social en la Cruz Roja. En el minuto de silencio que se ha celebrado frente al Ayuntamiento esta mañana había algún excompañero suyo. En la organización social están consternados. La mujer asesinada vivía con su marido, dedicado a vender zapatos en los mercados de los alrededores. El matrimonio vivía con el padre de Reixach, un hombre muy mayor que va en silla de ruedas y al que le faltan las dos piernas. La casa, con una fachada de piedra y un portalón, está en el Carrer Nou, a escasos metros de la zapatería.

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Beatriz Guerra trabaja como modista en un local muy cercano a la zapatería de Reixach. Explica que está “muy afectada”. Ambas se veían cada día. Guerra, de 40 años, tiene miedo después de los sucedido. “Estamos muy expuestos”, dice. “A mí me entraron a robar el otro día”.

“Parece imposible que algo así pueda suceder aquí”, dice Joan Frigola, presidente de la Unión de Comerciantes. Los comerciantes bajarán las persianas durante cinco minutos mañana para manifestar su rechazo a lo ocurrido y su apoyo a la familia de la fallecida. Frigola explica que se reforzarán las patrullas mixtas (Mossos d'Esquadra y Policía Local) que vigilan las calles a la hora de cierre de los comercios.

El Ayuntamiento de Banyoles ha convocado esta mañana un minuto de silencio al que han acudido unas 200 personas. “Condenamos los hechos y expresamos nuestra solidaridad con la familia”, ha declarado el alcalde, Miquel Noguer, que ha calificado el crimen de “barbarie”. “Esta Navidad no será igual que otras”.

 

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