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Café y ansiedad: ¿es por ti o la cafeína es la culpable?

Este es uno de los problemas de salud que se han relacionado con esta bebida, pero no el único...

El consumo de tres tazas de café al día se relaciona con una mejor salud cardiovascular.
El consumo de tres tazas de café al día se relaciona con una mejor salud cardiovascular.Betsie Van der Meer (EL PAÍS)
Manuela Sanoja

Por las mañanas, tu cocina huele a café y quizás no debería. No si eres una de las más de 260 millones de personas que, según los datos de la Organización Mundial de la Salud, padecen ansiedad en el mundo. En estos casos, la deliciosa y venerada infusión puede despertar los síntomas de este trastorno. “El café es una sustancia excitante y no está recomendado porque produce una sobreexcitación en el cuerpo”, aclara Elena Dapra, psicóloga clínica integrante del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

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La biblia de los trastornos mentales, el DSM-V, incluye la cafeína entre las drogas que pueden provocar el llamado trastorno de ansiedad inducido por sustancias: “Cualquier droga consumida en exceso [en el caso de la cafeína se considera a partir de los 250 miligramos, que equivalen a dos tazas y media de café] provoca una activación directa del sistema de recompensa del cerebro, que participa en el refuerzo de los comportamientos y la producción de recuerdos. Provocan una activación tan intensa del sistema de recompensa que se ignoran las actividades normales”, explica el texto.

La ingesta de cafeína se relaciona con la aparición de ataques de ansiedad y pánico en personas con una predisposición a padecer este problema. En estos casos, mantenerse alejado de la cafeína es la mejor prevención. Quienes ya tienen ansiedad, deben saber que la bebida se asocia con una mayor gravedad de los síntomas. Entre los efectos que puede producir están la intranquilidad, el nerviosismo, la excitación, el insomnio, las divagaciones de los pensamientos y del habla, la taquicardia o arritmia cardiaca y la agitación psicomotora. Así que, según recomienda Dapra, lo mejor para quien padece ansiedad es optar por una humeante taza de café descafeinado.

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Obviamente, las personas que sufren insomnio o tienen problemas para conciliar el sueño deberían alejarse del café. Tengamos en cuenta que una taza tarda solo unos minutos en empezar a hacer efecto y, una vez la cafeína llega al cerebro, bloquea los lugares donde se produce normalmente la adenosina, un neurotransmisor que tiende a provocar somnolencia y relajación. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, aumenta la atención, la memoria y la capacidad de aprendizaje. Sin embargo, también puede producir irritabilidad e insomnio cuando se superan los 300 miligramos.

También se aconseja moderar el consumo de café a las personas que tienen la tensión arterial alta. Al parecer, las altas concentraciones de cafeína pueden favorecer que suba más y producen un incremento momentáneo tras su ingesta. “Es recomendable que a los pacientes hipertensos no controlados se les aconseje disminuir su consumo de café, aunque aquellos que están bien controlados no tienen por qué hacerlo”, según Esther López García, epidemióloga en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. El mismo consejo es válido para las mujeres embarazas, ya que su consumo en altas cantidades se ha relacionado con alteraciones en la gestación.

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Si eres una de esas muchas personas que sí puede disfrutar del café sin miramientos, ten en cuenta que tampoco tienes vía libre. Si bien el consumo de hasta tres tazas al día se relaciona con beneficios para la salud (reduce el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas, respiratorias, accidentes cerebrovasculares, por diabetes e infecciones, según una investigación publicada en The New England Journal of Medicine), beber más de este número empieza a tener los efectos contrarios. Una investigación publicada en The American Journal of Clinical Nutrition concluyó que quienes toman seis o más tazas al día tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón.

Si lo que buscas es obtener todas esas bondades que parece aportar esta infusión, la mejor opción quizá sea una taza de café solo que se hace esperar. Para ser más concretos, lo mejor es esperar una hora desde que nos levantamos para tomarnos ese ansiado café. Al parecer, 60 minutos después de abrir los ojos, tenemos un pico de cortisol, la hormona del estrés, y el café puede ayudar a reducirlo.

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