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El Gobierno de Milei defiende los cantos racistas de la selección de fútbol argentina contra Francia

“Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha”, escribe en las redes sociales la vicepresidenta, Victoria Villarruel

Enzo Fernández festeja tras ganar la Copa América en Miami (Florida), el 15 de julio.Foto: Omar Vega (Getty Images) | Vídeo: Reuters
Federico Rivas Molina

Los cantos racistas de la selección campeona de la Copa América contra Francia encendieron la mecha del nacionalismo en la ultraderecha argentina. La vicepresidenta, Victoria Villarruel, acusó a los franceses de “hipócritas” por la queja que presentaron ante la FIFA contra la Albiceleste y consideró “verdades que no se quieren admitir” las contenidas en la canción. La Oficina de presidente, Javier Milei, advirtió en un comunicado que “ningún Gobierno puede decirle qué comentar, qué pensar o qué hacer a la Selección Argentina Campeona del Mundo y Bicampeona de América”. Fue tal la efervescencia ultra que en menos de 24 horas perdió su cargo el subsecretario de Deportes, castigado por sugerir en una entrevista que Lionel Messi y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) debían “pedir perdón” a los franceses.

El escándalo inició el lunes, cuando la selección argentina se dirigía al hotel tras ganar la final de la Copa América ante Colombia por 1-0. Los jugadores, eufóricos en el autobús, cantaron canciones de cancha. Una de ellas atacaba directamente a sus pares de la selección francesa con frases como “corran la bola, juegan en Francia pero son todos de Angola”. También había una referencia despectiva al origen camerunés del padre de Kylian Mbappé y proclamas homofóbicas. El mediocampista Enzo Fernández, que juega en el Chelsea, transmitió la escena en directo con su celular y pronto las frases más ofensivas de la celebración argentina se hicieron virales.

La FIFA abrió una investigación contra la AFA porque, explicó en un comunicado, “condena toda forma de discriminación, venga de donde venga, incluidos los jugadores, hinchas y responsables”. Respondió así a una queja de la Federación Francesa de Fútbol, indignada por lo que consideró “inaceptables comentarios racistas y discriminatorios”. El más afectado por la polémica fue Enzo Fernández, que recibió el repudio de sus compañeros franceses en el Chelsea, como Wesley Fofana. El argentino pidió disculpas con un mensaje en inglés donde reconoce que los cantos celebratorios fueron “sumamente ofensivos”. “Esas palabras no reflejan mis creencias ni mi carácter. Lo siento, de verdad”, escribió. El Chelsea aceptó las disculpas, pero de todas formas evalúa sancionarlo.

En Argentina, mientras tanto, ya se jugaba otro partido. La ultraderecha vio una oportunidad para encender los ánimos de sus seguidores y no la desaprovechó. “¡Enzo yo te banco, Messi gracias por todo! ¡Argentinos siempre con la frente alta! ¡Viva la argentinidad!”, escribió en X (antes Twitter) la vicepresidenta, Villarruel, nieta e hija de militares, en un posteo que acompañó con imágenes de personajes de la independencia. Y disparó luego directamente contra Francia. “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas”, dijo, respaldando así el contenido de la canción entonada por los jugadores de la Albiceleste.

El debate no se limitó solo a las opiniones de la vicepresidenta de Milei. El subsecretario de Deportes, Julio Garro, fue eyectado de su cargo por recomendar como estrategia de defensa que Messi y el presidente de la AFA, Claudio Tapia, pidiesen disculpas. Garro fue fulminado en pocas horas por su desafío a Messi, en una operación que se gestó en X y puso en evidencia cómo purga el Gobierno ultraderechista a quienes se salen de la línea oficial. Garro vio venir la tormenta y luego de la entrevista dijo que no había dicho lo que dijo contra Messi porque “sería una falta de respeto”. Pero su suerte ya estaba echada.

El primer disparo lo hizo el usuario @GordoDan, un fanático mileista de gran ascendencia en la ultraderecha. “Bueno, ya sabes como funciona esto, no @JulioGarro?”, publicó en tono amenazante. Fue la señal de largada para la lapidación virtual del funcionario. Los llamados de los trolls del Gobierno para que Javier Milei despidiese a Garro pronto fueron miles. Cuando la ola ya era lo suficientemente alta, el presidente republicó uno de ellos: “Todos sabemos lo que el Javo ama y banca a Messi… Decir que Messi tiene que pedir disculpas a unos europeos colonizadores por una canción que encima dice la verdad, es ir totalmente en contra de la ideología del Javo. Garro tiene que estar fuera ya mismo “. Horas después, la Casa Rosada anunciaba la destitución del disidente.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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