Cristina Kirchner vuelve al centro de la arena política argentina con una descarga de dardos a Milei
La exmandataria critica el “feroz programa de ajuste” del Gobierno y la designación de Luis Caputo como ministro de Economía por considerarlo “artífice del endeudamiento serial” del Gobierno de Macri
Cristina Fernández de Kirchner usó un documento de 33 páginas para romper el silencio que mantuvo durante los dos primeros meses de Gobierno de Javier Milei. La expresidenta, máxima figura de la oposición, recuperó la centralidad de la agenda política argentina este miércoles al arremeter contra el “feroz programa de ajuste” de Milei, a quien considera “un showman economista en la [Casa] Rosada”. Kirchner vaticinó que su política económica aumentará el desempleo “y la desesperación social en una suerte de caos planificado” que allane el camino para la dolarización a la que aspira el presidente. Destacados integrantes del Gobierno salieron a responderle e incluso a pedirle que se calle.
La inflación en enero fue del 20,6% mensual y escaló hasta el 254,2% interanual, la más alta de Sudamérica. Horas antes de que se difundiese la cifra oficial, Kirchner cuestionó a Milei el corazón de su política económica, la lucha contra la inflación. La expresidenta puso en duda que la principal causa del aumento de precios sea la emisión monetaria con la que se cubre el déficit fiscal y sostuvo que también influye la escasez de dólares. “El endeudamiento compulsivo en dicha moneda no hace más que agravar dicha escasez al profundizar la ya conocida y estructural restricción externa de nuestra economía bimonetaria”, escribió.
En el texto habla en plural –podría ser en nombre de la coalición peronista Unión por la Patria (UxP), pero no la cita de forma explícita– y tras un largo repaso histórico alienta discusiones de fondo sobre el Estado argentino y sobre reformas a las que el kirchnerismo se opuso durante años, como el sistema de salud y cambios en la normativa laboral, entre otros.
La aparente mano tendida al debate contrasta con la oposición férrea mantenida por UxP durante los casi dos meses de debate parlamentario de la megaley de desguace del Estado presentada por Milei. La coalición peronista —primera minoría en la Cámara de Diputados con 99 legisladores frente a los 38 de La Libertad Avanza de Milei— votó en contra como bloque a esa ley, que finalmente fue retirada por el Gobierno tras el rechazo a artículos clave.
El Gobierno respondió a la carta desde múltiples frentes. Milei se limitó a retuitear el mensaje de un economista que señalaba que “la dolarización es el único camino para evitar (en parte) los desmanes del populismo argentino” y dejó la munición gruesa en manos de sus ministros más experimentados.
“La verdad que llama la atención esta falta de autocrítica”, declaró en radio Mitre el ministro de Interior, Guillermo Francos, “Esta falta de responsabilidad síndica, ya no digo ni siquiera política, de hacerse cargo del desastre en que han sumido a la Argentina y tiene el tupé de expresarse como si no fuera responsable de nada”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el de Economía, Luis Caputo, optaron por confrontar de forma directa con la líder opositora. “Usted vuelve a aparecer solo para regodearse en la destrucción social, cultural y económica que produjo”, tuiteó la primera.”La invito a tener un poco de dignidad y permanecer callada”, pidió el segundo. Kirchner se había despachado en el texto contra la designación de Caputo al considerarlo el “artífice del endeudamiento serial del gobierno de Mauricio Macri y del retorno del FMI a la Argentina” y elevó el tono del cruce a través de las redes. “No es el primero de su familia que intenta hacerme callar”, señaló, en referencia a la causa por su intento de asesinato en 2022. La querella acusó a la agrupación Revolución Federal de estar detrás del atentado fallido y de haber recibido financiación de la empresa Caputos Hermanos, pero fue desestimado por la justicia.
El mensaje de Kirchner va a contracorriente de los textos cortos y al mentón que predominan en las redes sociales y muchos incluso entraron al debate sin haberlo leído. “No tuve tiempo de leer 33 páginas porque estuve trabajando”, se excusó el portavoz presidencial, Manuel Adorni, al ser cuestionado en rueda de prensa, aunque deslizó que ahora es ”tiempo para ideas que no fracasaron”. Lo mismo hizo desde la otra vereda el referente social y excandidato a presidente por el peronismo Juan Grabois: “Todavía no pude leer el documento de @CFKArgentina, pero por las respuestas del chorro de guante blanco Caputo, el panqueque milicoide Francos y el narcocapitalista [José Luis] Espert, me anticipo que algunas verdades debe decir”.
Las palabras de Kirchner le devuelven una centralidad perdida desde que se retiró del poder hace dos meses. Su silencio había empezado incluso antes, cuando quedó en un segundo plano en la campaña presidencial de Sergio Massa. El vendaval político desatado da por finalizadas las vacaciones del verano austral y auguran un año de polarización política extrema en medio de la grave crisis económica que atraviesa el país. El inicio de las clases está en riesgo por la falta de fondos para el pago de los sueldos docentes en algunas provincias y cada vez son más los trabajadores con el agua al cuello por la rápida pérdida de poder adquisitivo. Sólo en 2023, según datos oficiales, los salarios aumentaron un 152,7% mientras la inflación escalaba un 211,4%.
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