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Comienza el juicio por violación contra un poderoso exgobernador argentino

José Alperovich está acusado de abusar sexualmente de una sobrina que contrató como asistente personal cuando era senador

José Alperovich
José Alperovich (centro) en una rueda de prensa en San Miguel de Tucumán.

“No quería que me besara. Lo hacía igual. No quería que me manoseara. Lo hacía igual. No quería que me penetrara. Lo hacía igual”, decía la carta pública con la que una sobrina del entonces senador argentino José Alperovich lo denunció por abuso sexual a finales de 2019. La acusación tuvo una gran repercusión en Argentina por tratarse de uno de los políticos más influyentes del norte del país, tres veces gobernador de la provincia de Tucumán por el peronismo. Este lunes, más de cuatro años después, Alperovich se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados. El exgobernador, de 68 años, se presentó a la audiencia inicial del juicio en Buenos Aires acompañado por sus hijos y negó todas las acusaciones en su contra.

“La prueba es decir la verdad”, dijo el dirigente tucumano a los medios antes de ingresar en el Tribunal Oral en lo Criminal. Ya dentro, reiteró su deseo de que se conozca la verdad ante el juez José María Ramos Padilla: “Esto me mató y quiero justicia”.

Alperovich debe responder por tres casos de abuso sexual -dos en grado de tentativa- y seis casos de violencia sexual agravada por acceso carnal supuestamente ocurridos entre 2017 y 2018 en Buenos Aires y en la provincia de Tucumán. La denunciante, cuya identidad se mantiene en reserva, era asistente personal de Alperovich en el Senado en ese momento. Hoy tiene 33 años.

La denuncia pública obligó a Alperovich a dar un paso al costado y sacó a la luz situaciones de acoso que habían sufrido varias mujeres con él. La más conocida es la de una periodista de la Gaceta TV que lo entrevistó en 2019. “Esta chica me encanta, es el perfil que a mí me gusta”, dice frente a las cámaras Alperovich al inicio de la nota. Poco después, asegura que de no estar tan ocupado con la política dedicaría su tiempo “a mirar más tranquilo a esta preciosura” y denigra el trabajo de la periodista al decirle con tono burlón que no le sale “ponerse en mala” y que le recuerda a su señora.

Para la Fiscalía, Alperovich “abusó de una relación de dependencia, de poder y de autoridad” para perpetrar los delitos de los que se le acusa. En un escrito de más de 400 páginas, la acusación destacó también que las pericias psicológicas confirmaron que la denunciante sufría secuelas traumáticas y daños psíquicos compatibles con violencia sexual.

“Quedó comprobado cómo el imputado utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”, señaló la fiscalía en la acusación.

Alrededor de 80 testigos serán llamados a declarar durante el juicio. Alperovich se enfrenta a una pena de hasta 15 años de cárcel, pero confía en su absolución. Su defensa está en manos del estudio jurídico del actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. La denunciante no quiso prestar declaraciones antes del inicio del juicio.

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