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Milei envía una carta al Papa para que viaje a Argentina: “Usted bien sabe que no necesita invitación”

El presidente del país sudamericano, que llegó a llamar al Pontífice “imbécil” y “zurdo asqueroso”, expresa en una misiva al Vaticano su “más alta consideración y respeto” por Francisco

Javier Milei y el papa Francisco
Javier Milei y el papa Francisco.REUTERS

El presidente argentino, Javier Milei, ha enviado una carta al Vaticano para invitar formalmente al papa Francisco a visitar Argentina. El ultraderechista, que llegó a calificar al Pontífice de “imbécil” y “zurdo asqueroso”, dejó atrás los ataques desde que llegó a la Casa Rosada y ahora ha expresado su “más alta consideración y respeto” por el jefe de la Iglesia católica. “Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a la Argentina”, dice la misiva fechada el 8 de enero y publicada este jueves. El Papa no ha visitado su país natal en más de 10 años de pontificado, pero los argentinos están pendientes de sus palabras y acciones, que inciden en la política del país.

“A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada patria”, dice la carta firmada por Milei. En la misiva, el mandatario le agradece al Papa el llamado que el Pontífice le hizo en noviembre, tras el triunfo del ultraderechista en las elecciones presidenciales: “Valoro sus sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, tan necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra patria”. En esa oportunidad, el líder de La Libertad Avanza invitó por primera vez a Francisco a visitar el país. Pero antes lo había acusado de ser el “representante del Maligno en la Tierra” por promover “el comunismo”. En sus actos de campaña, referentes ideológicos de Milei habían sugerido incluso romper relaciones con el Vaticano.

Francisco aseguró a mediados de 2023, antes de que Milei llegara al poder, que tiene programada su primera visita al país para este año. “Puedo confirmar que está en programa. Veremos si se puede hacer, una vez que pase el año electoral”, dijo a una revista católica que le preguntó sobre el tema. En otra entrevista, con el portal Infobae, había explicado: “En tiempo electoral no se hacen viajes en los países, para evitar que la presencia sea usada por el partido gobernante para una reelección o algo por el estilo. Yo quiero ir a Argentina”.

Jorge Mario Bergoglio, de 86 años, fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992 y ejerció como cardenal de la capital argentina entre 2001 y 2013. Desde que fue ungido Papa, hace más de una década, no ha vuelto a pisar el país. Ni durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), ni durante el de Mauricio Macri (2015-2019), ni durante el de Alberto Fernández (2019-2023). Las invitaciones para que Francisco viaje a Argentina también han estado impulsadas desde hace tiempo por la Conferencia Episcopal Argentina y los curas de barrios populares, que tienen una relación de años con Bergoglio.

Fueron los sacerdotes de barrios populares quienes expresaron su “más enérgico repudio” a las “agresiones vulgares” y “conceptos mentirosos” que Milei lanzó contra el Papa antes de ser electo presidente. “Mis afirmaciones fueron hechas en un contexto cuando todavía no estaba en política. No tengo problema en repetir que estoy arrepentido de eso”, se defendió el entonces candidato durante uno de los debates presidencial. Aunque solo unas semanas antes, en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, había acusado al jefe de la Iglesia católica de “tener afinidad por los comunistas asesinos” de Cuba y Venezuela y de estar “del lado de las dictaduras sangrientas”.

Milei, un economista ultraliberal que saltó de los platós de televisión a la política, había encontrado en un Papa jesuita, que representa uno de los sectores menos conservadores de la Iglesia y que ha arremetido contra el neoliberalismo y el populismo, una figura con la que confrontar. En diferentes ocasiones, criticó que Francisco “defiende la justicia social”, un concepto en las antípodas de las ideas del ultraderechista, que durante la campaña prometió reducir el Estado al mínimo. En su primer mes en el Gobierno, el presidente argentino ha implementado un fuerte ajuste, ha impuesto por decreto más de 300 reformas y derogaciones normativas que desmantelan el Estado y ha enviado al Congreso un proyecto de ley que cambia de raíz buena parte de la estructura política, social y económica de Argentina.

“Somos conscientes que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas más vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia católica, cuya acción en el campo social es invalorable”, señala la misiva anunciada este jueves por el Gobierno. Milei no se ha reunido aún con las autoridades de la Iglesia católica en Argentina. Pero Karina Milei, hermana del mandatario y secretaria de la Presidencia, se encontró con el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, este lunes. El titular de la Secretaría de Culto, que ha sido el canal de comunicación institucional entre las autoridades religiosas y los gobiernos, aún está vacante.

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