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Luis Caputo, el financista elegido por Milei para rescatar a la economía argentina

El exministro de Mauricio Macri emitió deuda a 100 años y fue uno de los responsables del préstamo de 44.000 millones de dólares que el FMI otorgó al país sudamericano

Luis Caputo, en Washington.
Luis Caputo, en Washington.Andrew Harrer (Bloomberg)

El financista Luis Toto Caputo es un viejo conocido de la llamada casta política argentina con la que se amigó el ultra Javier Milei en la recta final de su campaña para la Presidencia. El hombre elegido por Milei como ministro de Economía asumirá el cargo el 10 de diciembre con la experiencia de haber sido secretario y ministro de Finanzas bajo el mandato de Mauricio Macri y, durante un trimestre de 2018, presidente del banco central. Llega también con dos causas judiciales en la mochila: una vinculada a una compañía en un paraíso fiscal y otra por el crédito de 44.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió a Argentina hace cinco años.

La nueva oficina de prensa del presidente electo confirmó el nombramiento este jueves en un comunicado. Caputo formó parte de la reducida comitiva con la que viajó Milei a Estados Unidos esta semana y estuvo a cargo de la reunión con el FMI celebrada el martes en Washington. Su designación se daba por hecha desde hacía días, en los que Milei no escatimó elogios: “Necesito alguien que tenga una muñeca financiera experta y no hay mayor experto financiero en la Argentina que Luis Caputo”.

Caputo (Buenos Aires, 58 años) tiene estrechos vínculos con el mundo financiero y será una pieza clave para intentar atraer inversiones al país en un contexto difícil: Milei ha advertido que en los próximos meses Argentina registrará estanflación, es decir, alta inflación sin crecimiento económico. El motivo es el gran recorte de gasto público que planea el nuevo Gobierno para eliminar el déficit fiscal. Su primer objetivo será desactivar la bomba de letras de liquidez (Lelics) en manos del banco central para así poder avanzar en la unificación del tipo de cambio (hoy coexisten más de una decena de cotizaciones diferentes en Argentina).

La designación del autoproclamado “Messi de las finanzas” deja en suspenso por ahora la dolarización prometida por Milei y criticada por economistas de todo el mundo. En la misma dirección parece apuntar el distanciamiento del economista liberal Emilio Ocampo, uno de los principales promotores de que Argentina adopte la divisa estadounidense. Hace dos meses, Milei contaba con Ocampo para encabezar el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y cerrarlo. Ahora, en cambio, se desconoce quién asumirá al frente del organismo monetario, que tendrá prohibido emitir.

Caputo estudió en el elitista colegio Cardenal Newman, al igual que Macri y el constructor “amigo del alma” del expresidente, su primo Nicolás Caputo. Macri intercedió para el acercamiento entre el presidente electo y su futuro ministro de Economía, pero el vínculo tiene además otro lazo familiar: Santiago Caputo, sobrino de Toto, fue el máximo estratega de la campaña de comunicación de Milei y se ha integrado a su círculo de confianza.

Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires, Caputo fue docente de Finanzas en la Universidad Católica Argentina hasta 2015. Está casado y es padre de seis hijos.

Desde mediados de los noventa trabajó como jefe de mercados emergentes para JP Morgan Chase y Deutsche Bank, entidad de la que dirigió la filial argentina entre 2003 y 2008. En ese momento fundó Axis, una sociedad de Fondos Comunes de Inversión.

En 2015 asumió como secretario de Finanzas y dos años después fue designado ministro del área. Durante su gestión, negoció con los fondos buitres el pago de 9.352 millones de dólares ordenado por un tribunal de Nueva York. El desembolso sacó al país de la suspensión parcial de pagos y volvió a abrirle las puertas al crédito internacional. Como parte del rápido endeudamiento de los primeros años, uno de los hitos de Caputo fue la emisión de un bono en dólares a 100 años.

En 2018, cuando los inversores extranjeros comenzaron a cuestionar la capacidad de Argentina de pagar su deuda, Caputo le sugirió a Macri recurrir al FMI, un organismo asociado a los peores recuerdos de los argentinos. La negociación recayó en el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que obtuvo un préstamo récord de 50.000 millones de dólares, ampliados después en otros 7.000 millones más. Finalmente, llegaron a Argentina 44.000 millones. En 2020, el Gobierno del peronista Alberto Fernández logró tras una larga negociación refinanciar los pagos de esa deuda.

En mitad de la crisis cambiaria de 2018, Caputo saltó del Ministerio de Finanzas a la presidencia del BCRA, pero tuvo que renunciar a los tres meses. El entonces director del Departamento del Hemisferio Occidental en el FMI, Alejandro Werner, contó a El PAÍS que había intentado advertir al Gobierno que “se trataba de un gran error porque Caputo no tenía experiencia en política monetaria” y no podría lograr la estabilización del peso. Tal y como predijo, fracasó: en la última semana de agosto, la moneda nacional perdió más del 20% de su valor frente al dólar.

Werner recuerda que Caputo quería usar su experiencia como operador financiero e intervenir en el mercado cambiario con los recursos del BCRA como si fuese un banco más. Esa práctica generaba un grave dilema en el FMI. “No podíamos tolerar prácticas poco transparentes que pudieran dar lugar a actos de corrupción si un funcionario decidía él solo, muchas veces después de comunicaciones privadas con participantes del mercado”, escribe Werner en La Argentina en el fondo. El ex alto cargo del FMI se arrepiente también de no haber logrado imponer controles de capitales para evitar la fuga de dólares, una sospecha que sigue sin respuesta.

En 2017, el nombre de Caputo apareció en la investigación periodística de los Paradise Papers como accionista de la compañía Noctua en las Islas Caimán entre 2009 y 2015. Periodistas del diario La Nación reconstruyeron la compleja trama societaria que ocultaba el control de Caputo de esta empresa basada en un paraíso fiscal. A raíz de la investigación, se inició una causa judicial contra Caputo por haber omitido esa información en sus declaraciones juradas de 2015 y 2016. La causa sigue abierta, pero sin avances.

En 2021, con el peronismo de vuelta en el poder, Caputo sumó otra denuncia en los tribunales. La Justicia investiga si existió “administración fraudulenta y defraudación contra la administración pública” con el crédito solicitado al FMI.

Con Milei como presidente, Caputo se prepara para volver al primer plano de la política. Por ahora guarda silencio sobre sus prioridades como ministro, pero entre ellas se descarta que esté la dolarización. Hace una semana, un informe de su consultora Anker ya aseguraba que esta no se haría “a cualquier precio” y hablaba, en cambio, de “una hoja de ruta ordenada y no disruptiva”. Su diseño y aplicación estará en manos del exministro macrista.

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