El peronismo llena los bolsillos de dinero público para impulsar su campaña electoral

El ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, ha dedicado el domingo a anunciar nuevos apoyos económicos para los trabajadores tras un par de semanas contra las cuerdas. Desde los jubilados que recibirán un refuerzo en sus pensiones, hasta algunos nuevos sectores del agro que dejarán de pagar derechos de exportación, Massa ha anunciado a cuentagotas y por redes sociales una decena de medidas tras la tormenta que se desató por los resultados de las primarias abiertas del pasado 13 de agosto. El 30% de los argentinos votó entonces por el ultra Javier Milei, que se embandera en la promesa de ajustar el gasto público; el peronismo gobernante, que quedó en tercer lugar, busca impulsar su campaña con más ayudas estatales.

Argentina vive semanas tensas tras las primarias del 13 de agosto. El dólar se disparó en el mercado informal, el Banco Central tuvo que devaluar el peso en un 18% y cuando el ajuste se trasladaba a los precios el país empezó a ver saqueos en comercios. Todo mientras el Fondo Monetario Internacional decidía sobre el último salvavidas económico que recibirá el Gobierno a dos meses de las elecciones generales. El FMI aprobó finalmente el desembolso de 7.500 millones de dólares, pero advirtió que Argentina incumplió sus objetivos de acumulación de reservas y reducción del déficit, y que su directorio votó a favor del nuevo desembolso para “salvaguardar la estabilidad y afianzar la sostenibilidad a medio plazo”. La próxima negociación la tendrán cuando el nuevo presidente ya haya sido elegido.

“Argentina tiene un préstamo con el Fondo desde 2018 que obligó en los últimos días a una devaluación de nuestra moneda”, justificó Massa en uno de los vídeos con los que anunció las nuevas ayudas económicas, “y además, una sequía, la peor de nuestra historia, que lastimó nuestras reservas, nuestras cuentas, y golpeó la economía de muchas familias”. La merma de las cosechas supuso un impacto de 20.000 millones de dólares en las exportaciones.

Candidato presidencial y rostro visible del Gobierno, Massa anunció que los jubilados, pensionistas y quienes reciben ayudas estatales tendrán un refuerzo para los próximos tres meses, los trabajadores del sector privado que ganen hasta 1.200 dólares recibirán un bono financiado por las empresas, dependiendo de su tamaño, los trabajadores autónomos no pagarán parte de sus impuestos por los próximos seis meses, y el resto de los trabajadores tendrán acceso a créditos con hasta 48 cuotas.

La oposición ha hecho carne de campaña con el anuncio. “No se pueden esperar resultados distintos haciendo lo mismo de siempre. Siempre falla y volverá a fallar. El tema es si estalla antes o después de la elección”, criticó Milei, que es economista. “Massa se sigue burlando de la gente”, dijo Patricia Bullrich, candidata de la derecha tradicional por la alianza Juntos por el Cambio. “Para empujar su candidatura tomó una serie de medidas que la inflación se va a comer en pocos días. Esta Argentina sufre y los problemas no se resuelven con maquillaje y más emisión”, dijo Bullrich, exministra de Seguridad de Mauricio Macri (2015-2019).

Algunas voces del sector empresario se han sumado a las críticas. “Las micro, pequeñas y medianas empresas llevan varios meses perdiendo en su resultado económico y esta imposición agudizará esa pérdida”, anunció la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que agrupa a pequeñas y medianas empresas, en un comunicado. “El mecanismo de ajuste salarial del sector privado son las paritarias y no una imposición del Estado sobre las relaciones laborales por fuera de su alcance”, dijo la CAME en reacción al anuncio gubernamental de que muchas empresas deberán pagar el bono a sus empleados,

El peronismo tiene un desafío enorme hasta las presidenciales del 22 de octubre. Debe remontar desde el tercer puesto para no quedarse fuera de una eventual segunda vuelta el 19 de noviembre. Enfrente tiene a Bullrich y Milei, unidos solo en el objetivo de terminar con él. Massa los enfrenta prácticamente solo. La vicepresidenta, Cristina Kirchner, está fuera de escena desde antes de las primarias; el presidente, Alberto Fernández, es consciente de su poca popularidad y aparece lo menos posible. “Básicamente, no hablo porque no soy candidato”, justificó la semana pasada en un acto público. Massa, mientras tanto, cubre el frente de campaña y el político. Tras los anuncios del domingo, viajó este lunes a reunirse con el presidente brasileño, Lula da Silva, tras el ingreso de Argentina a los BRICS, el club de economías emergentes donde participan sus dos mayores socios comerciales: Brasil y China.

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