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La muerte de un activista saca a la calle en Buenos Aires a los movimientos sociales: “Lo mató el Estado”

Facundo Molares, exguerrillero de las FARC de Colombia, murió tras ser reducido por la policía en una protesta contra las elecciones de este domingo

Muerte de Facundo Molares
Miles de personas se han manifestado para exigir justicia por la muerte del militante Facundo Molares durante un operativo policial en Buenos Aires (Argentina).Luciano González (EFE)

Miles de personas se han manifestado este viernes en el centro de Buenos Aires para repudiar la muerte del militante Facundo Molares, que falleció el día anterior tras ser reducido por la policía mientras protestaba contra las elecciones primarias que se celebran este domingo en Argentina. Molares, un exguerrillero argentino de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, tenía 47 años y había regresado al país en 2020. “A Facundo lo mató el Estado”, fue una de las consignas que alzaron los manifestantes.

En el lugar donde Molares fue reducido el día anterior había este viernes por la mañana unas pocas velas, claveles y carteles que acusaban a la policía de “asesina”. Alrededor miles de personas de agrupaciones sociales, partidos políticos de izquierda, sindicatos y centros estudiantiles habían cortado la 9 de Julio, una de las principales avenidas porteñas, y se concentraban alrededor del Obelisco. La policía estuvo ausente en las inmediaciones de la concentración hasta el mediodía, salvo por algunos agentes que organizaban el tráfico. Después, tras unos incidentes provocados por un pequeño grupo que arrojó piedras y bombas molotov, llegaron fuerzas de seguridad.

“A Facundo Molares lo vamos a vengar con piquete [cortes de calles] y la huelga general”, cantaban los convocados. Entre banderas más grandes y un poco alejados de los bombos estaban este viernes los compañeros de militancia de Molares, bajo un estandarte negro de dos metros de ancho donde se leía Rebelión Popular. La agrupación fue fundada por Molares hace pocos años cuando él y otros compañeros se distanciaron del Partido Comunista Argentino. Eduardo Ibarra, un compañero de la agrupación, ha lamentado este viernes su fallecimiento: “Su muerte es irreparable. Era un revolucionario de verdad, un revolucionario íntegro. Su vida era militancia al pueblo y al internacionalismo”.

Molares combatió con las FARC durante 15 años bajo el alias “Camilo Fierro” y dejó las armas en medio del proceso de paz. Reapareció en Bolivia, donde estuvo encarcelado casi un año, y voló hacia Buenos Aires en un avión enviado por el Gobierno de Alberto Fernández en 2020. En noviembre de 2021, la policía argentina lo arrestó en un pequeño pueblo turístico de la Patagonia, tras una alerta roja de Interpol. El pedido había llegado desde Colombia, país que quería juzgar a Molares por el secuestro del concejal Armando Acuña, ocurrido el 29 de mayo de 2009. Pero finalmente, Molares fue excarcelado en julio de 2022.

La concentración de este viernes se convocó la noche anterior tras la muerte del militante. Según relataron los testigos, alrededor de cien personas se habían concentrado cerca del Obelisco, sin cortar las calles, para repudiar “la farsa electoral”. Cuando las agrupaciones estaban terminando el acto, la policía intervino. Las autoridades defendieron que los agentes actuaron mientras los manifestantes intentaban “prender fuego una urna”. Hernán Loyola, un militante que estuvo la noche anterior en la concentración, lo niega: “Habíamos traído una urna simbólica de tres metros de altura para protestar. Pero la urna jamás se prendió para evitar lo que no se pudo evitar”.

Según se ve en las imágenes grabadas, Molares fue reducido por la policía, que lo retuvo en el piso hasta que una reportera empezó a alertar a los gritos de que el hombre se estaba muriendo. Los servicios de emergencia intentaron reanimarlo pero el hombre, de 47 años y diabético, murió en el hospital. Las autoridades informaron de que la causa del deceso fue un paro cardíaco “producto de factores de riesgo”. Loyola, que estaba junto a Molares y fue detenido con otras cinco personas la noche anterior –liberadas en la madrugada– aclara que Molares “no se desplomó”: “Lo redujeron, lo tiraron y lo apretaron contra el piso”.

Después de la muerte, el alcalde de la capital, Horacio Rodríguez Larreta, de la alianza de centroderecha Juntos por el Cambio, defendió la actuación de los agentes. “Quiero destacar y respaldar completamente el accionar de la Policía de la Ciudad que actuó con profesionalismo conteniendo los hechos de violencia. En la Ciudad, la violencia es el límite”, escribió en un mensaje difundido por redes sociales Larreta, que se presenta como precandidato presidencial este domingo. Su contrincante en la interna de la principal alianza opositora, Patricia Bullrich, que ha defendido durante la campaña que “va a hacer falta mucha fuerza para recuperar el orden” en el país, lo respaldó: “Estoy al lado de Larreta”.

“Fue una brutalidad”, ha dicho en la concentración el exlegislador Alejandro Bodart, que integra la alianza Frente de Izquierda. En el acto, solo se vieron políticos de ese partido, como los precandidatos a vicepresidentes Nicolás del Caño o Vilma Ripoll. “Era un acto político de un pequeño grupo arriba de la vereda que llamaba al voto en blanco. Es inexplicable que la policía avance y reprima. Hay una idea de que hay que empezar a reprimir. La policía tiene vía libre porque parece que da votos mostrar los dientes. Está en disputa a ver quién es más malo”, ha dicho Bodart. “En Argentina está en debate si a 40 años del regreso de la democracia los derechos democráticos van a seguir en pie”, ha avisado.

Por la noche, se conocieron los resultados preliminares de la autopsia, que apuntan a que Molares falleció a causa de “congestión, edema, hemorragia pulmonar-cardiopatía dilatada”. “No se observaron lesiones traumáticas con características punzantes, cortantes o penetrante sobre la superficie corporal ni sobre los órganos internos salvo las mencionadas como injurias médicas en región inguinal derecha; las fracturas costales e infiltrados hemáticos en tórax descriptas, podrían ser compatibles con las maniobras de reanimación cardiopulmonar”, se lee en la información difundida por un portal que depende de la Procuraduría General de la Nación. El abogado de la familia, Gustavo Franquet, ha informado a EL PAÍS de que todavía no han tenido acceso al expediente y que pedirán una segunda autopsia porque “los peritos de parte no estuvieron presente” en la primera. “Es inaceptable”, ha dicho.

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