La oposición argentina escenifica una tregua en medio de la derrota en la segunda ciudad del país

La principal alianza opositora de Argentina, Juntos por el Cambio, quiso mostrar este domingo señales de tregua en la interna que enfrenta a los dos aspirantes presidenciales de la coalición conservadora. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich acudieron a la ciudad de Córdoba, la segunda más poblada del país, para arropar a su candidato en la elección municipal, Rodrigo de Loredo. Pero la derrota ante el peronista Daniel Passerini opacó la escenificación de unidad. “Los hice venir al pedo [en vano]”, dijo De Loredo, que bromeó con haber convocado para una derrota a los principales dirigentes de la alianza opositora, que estaban sobre el escenario.

Pasadas las nueve de la noche, De Loredo admitió la derrota y felicitó a Passerini, que obtuvo el 47,7% de los votos. De un lado estaba Rodríguez Larreta, actual jefe de Gobierno de Buenos Aires, y del otro Bullrich, que fue ministra de Seguridad de Mauricio Macri (2015-2019). El primero representa el ala más moderada de la coalición que integran el PRO –el partido del expresidente Macri–, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y Encuentro Republicano Federal. La segunda, que promete “ir por todo”, tiene el apoyo del expresidente.

Quien gane en las primarias del 13 de agosto –la mayoría de los sondeos son más favorables con Bullrich– participará en la carrera final contra el candidato del peronismo, Sergio Massa, en octubre. La interna entre el jefe de Gobierno porteño y la exministra de Seguridad ha sido tensa y ha estado marcada por diferencias como la ampliación o no de la alianza a figuras de otros espectros ideológicos. Han sido pocas las veces se han mostrado juntos. Una de las más recientes ocurrió hace un mes, cuando la cúpula de la coalición mostró su apoyo al gobernador de Jujuy y compañero de fórmula de Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, tras la represión de protestas en esa provincia.

Este domingo, antes de subir al escenario, Rodríguez Larreta y Bullrich habían coincidido en el búnker en el que aguardaban los resultados, pero habían evitado fotografiarse allí, según informan medios nacionales. “Siempre me van a ver a mí del lado de promover la unidad”, había afirmado Rodríguez Larreta a los periodistas presentes. “Venimos a abrazar a Rodrigo de Loredo y a todos los cordobeses pase lo que pase”, había dicho Bullrich, según recoge el diario Clarín. Otros dirigentes de la coalición habían transmitido mensajes similares: que “no hay enemistad” y que estarán “en las buenas y en las malas”.

Entonces se conocieron los resultados. El candidato peronista obtuvo el 47,7% de los votos y el de Juntos por el Cambio, el 40%. La abstención entre los 1,13 millones de electores que tiene la ciudad fue del 40%, una cifra elevada teniendo en cuenta que en Argentina el voto es obligatorio.

Loredo les agradeció a Rodríguez Larreta, a Bullrich y al resto de dirigentes de Juntos por el Cambio por haber ido hasta Córdoba “con mucha responsabilidad” y después pronunció la frase que este lunes recogen todos los medios nacionales, “los hice venir al pedo”. Rodríguez Larreta sonrío y negó con la cabeza; Bullrich también y le palmeó la espalda. “No, no. Para nada. Somos una expresión que respeta la democracia y que entiende que sigue siendo Juntos por el Cambio la opción cultural alternativa al kirchnerismo en la Argentina”, aclaró De Loredo.

La oposición tenía la foto, pero no el triunfo que le habían augurado algunas encuestas. La ciudad de Córdoba está gobernada desde 2019 por Hacemos Unidos por Córdoba, una alianza de mayoría peronista que se distancia de la vicepresidenta Cristina Kirchner. La provincia de Córdoba, una de las más conservadoras del país, también está dirigida por esa coalición. En junio, el peronista Martín Llaryora, actual alcalde de la capital cordobesa, ganó las elecciones provinciales. Este domingo, Llaryora ironizó sobre la visita de los dirigentes de la oposición: “Vienen de visita y todos los días te dan clase de gobernabilidad, cualquiera gobierna en el distrito más rico de la Argentina y más subsidiado. Vengan a gobernar en el interior”.

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