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La mayor banda criminal de Argentina se cuelga de Messi para mostrar su fuerza

Desde el tiroteo al supermercado de los suegros hasta una bandera durante un partido amistoso, las facciones de ‘Los Monos’ pelean por atención cuando las cámaras enfocan al capitán de la selección de fútbol

El momento en que la barra brava de Newell's Old Boys despliega la bandera, el 24 de junio en Rosario (Argentina).
El momento en que la barra brava de Newell's Old Boys despliega la bandera, el 24 de junio en Rosario (Argentina).Captura de video
José Pablo Criales

Lionel Messi aterrizó en Miami a última hora del martes para escribir las últimas páginas de su carrera como futbolista. El capitán de la selección argentina será presentado como nuevo jugador del Inter de Miami después de sus primeras vacaciones lejos de la competencia de élite tras ganar la Copa del Mundo y abandonar la liga francesa. Messi ha tomado aire: este verano se ha dedicado a alimentar a sus patrocinadores, a debutar como actor, y ha convocado a multitudes en partidos amistosos en Argentina. Todo lo que toca tiene eco en el mundo. Lo saben las marcas que lo tienen como bandera… y también los criminales más pesados de Argentina.

El narco se ha colgado de la popularidad de Messi para ventilar sus peleas por el control de la ciudad de Rosario, cuna del futbolista y la ciudad más violenta de Argentina. A finales de junio, la Fiscalía rosarina pidió la prisión preventiva de 11 miembros de una facción de Los Monos, la banda criminal más grande del país, a quienes acusa de haber planeado el tiroteo del pasado 2 de marzo contra el supermercado de José Roccuzzo, suegro del futbolista. “Messi, te estamos esperando”, decía el mensaje que dejaron dos hombres esa madrugada tras disparar 12 veces contra el negocio. Fue la más sonada de 18 balaceras y al menos cinco asesinatos al azar que el grupo llevó a cabo durante cuatro meses. Según los fiscales, todos los ataques habrían sido planeado desde una cárcel de máxima seguridad en Chubut, a casi 1.500 kilómetros de Rosario. Desde allí, un grupo de presos ordenó generar “conmoción” en medio de la guerra de facciones que Los Monos llevan a cabo por el control de los negocios de la barra brava de Newell’s Old Boys.

La respuesta llegó desde las tribunas. El pasado 24 de junio, Maxi Rodríguez organizó su partido despedida en el estadio de Newell’s. Último gran capitán del equipo, en el que se retiró a finales de 2021 tras una carrera que pasó por el Atlético Madrid y el Liverpool y comenzó en Newell’s, su gran invitado era otro canterano: Lionel Messi. El partido parecía ser un homenaje para él: Rosario especuló durante semanas por su presencia, se frenó entera ese fin de semana y la estrella finalmente salió a la cancha entre un juego de luces y una ovación especial: ese día, el capitán de la selección campeona del mundo también estaba de cumpleaños.

La foto más viral del partido no tuvo nada que ver con los jugadores. Antes del partido, Messi, Rodríguez y otros históricos del fútbol argentino posaron para un retrato junto a autoridades del fútbol argentino y sudamericano, mientras la barra brava desplegaba una bandera gigante con un mono, un toro y un pollo que llevaba un mensaje: “Nosotros estamos más allá de todo”.

La bandera desplegada en el partido en una captura de pantalla de las redes sociales de un hincha del Newell's Old Boys.
La bandera desplegada en el partido en una captura de pantalla de las redes sociales de un hincha del Newell's Old Boys.

Era un recado de los máximos referentes de la barra de Newell’s: Máximo Ariel Cantero, líder de Los Monos, Leandro Pollo Vinardi y Carlos Toro Escobar. Todos están presos, pero desde prisión coordinaron una muestra de fuerza para demostrar que su poder estaba intacto. Una conversación filtrada este miércoles entre Cantero y Vinardi refuerza la teoría de la investigación de que la bandera de casi 50 metros era un delito de intimidación pública. Una amenaza que se televisó mientras el mundo del fútbol miraba a Rosario. En la conversación, Cantero propone que mejor se despliegue otro día. “Pero si ya sabés que va a haber puterío igual. Es una caricatura, no tiene nada de malo”, responde Vinardi entre risas.

Este martes, un juez de la ciudad de Rosario dictó prisión preventiva para el empleado de una empresa de transportes al que acusan de asociación ilícita por probablemente haber pagado y trasportado la bandera desde la periferia de Buenos Aires hasta Rosario. Cristian David Ayala permanecerá en la cárcel 90 días mientras la investigación sigue su curso. “Lo imputamos como un hecho de intimidación pública porque en este contexto, en esta ciudad donde las pujas por controlar esos negocios generan muertos y balaceras todos los días. Esto es lo que está detrás de esta bandera, no tiene nada que ver con el folclore del fútbol, los simpatizantes de uno u otro equipo”, dijo el fiscal Luis Schiappa Pietra durante la acusación. Su abogado defendió que Ayala solo proveía un servicio.

Rosario acumula 151 muertes violentas en lo que va del año, según el Observatorio de Seguridad Pública. En marzo, durante el tiroteo al supermercado de la familia Roccuzzo, la ciudad centralizó la agenda política que poco a poco se fue apagando. Entonces, la ciudad vio cómo se atenuaba la esperanza de que Messi volviera al fin a jugar al fútbol. Hoy está apagada.

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Sobre la firma

José Pablo Criales
Es corresponsal de EL PAÍS en Buenos Aires. Trabaja en el diario desde 2019, fue redactor en México y parte del equipo de la mesa digital de América. Es licenciado en Comunicación por la Universidad Austral y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS.

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