_
_
_
_
_

De Louise Bourgeois a Najja Moon: otras formas de concebir la figura materna en el arte

Para las artistas del mundo la creación ha sido un terreno propicio para alzar la voz, plantear nuevas miradas y reflexionar de una manera mucho más crítica y libre sobre temas vitales como la maternidad.

infiniti P-1 F-1
Ricardo Pineda

Desde su amplitud de posibilidades, históricamente el arte ha dado cabida a discursos, ideas, expresiones y mensajes en momentos históricos clave, en los que de otro modo no hubiera sido posible empujar una evolución del pensamiento. Y esto por supuesto incluye siglos enteros de una mirada masculina sobre prácticamente todos los aspectos de la vida natural y humana, incluyendo el lenguaje y las cosmovisiones de género.

En este contexto, el concepto y la discusión de la maternidad dentro del arte no han estado exentos de una constante reformulación y pugna desde las perspectivas femeninas o masculinizantes, intentando escapar incluso de los capotes de la ciencia y la filosofía para destacar más su esencia protección y sostenimiento, elementos que invariablemente plantean otros cuestionamientos a nivel sociopolítico.

Pese a que no son pocas las civilizaciones antiguas en el mundo que veneran la maternidad desde un enfoque de deidad, como los son los ejemplos de la cultura azteca y la diosa Tlazoltéotl, o incluso la madre babilonia de terracota que se remonta al año 6000 a.C., es desde la aparición hegemónica del catolicismo, con la Virgen María, que las cualidades de una madre dentro del mundo del arte se encuentran ligadas a un ecosistema de abnegación, sacrificio incuestionable, una fertilidad infatigable, así como un rol casi siempre secundario o nulo a nivel de participación social.

Durante mucho tiempo, el arte nos ha mostrado a la madre para evocar el cuerpo fértil, haciendo énfasis en ideas y prejuicios como la redondez y la capacidad para crear y brindar alimento. Sin embargo, para la filósofa, curadora e investigadora Helena Chávez Mac Gregor, maternar es un tema mucho más complejo, el cual implica también “un reclamo de relaciones que van por encima de la discusión entre lo productivo y lo reproductivo, abriendo actos de producción: de afectos, de sentidos, de repartos, de derechos, de intercambios y de vida”.

infiniti P-1 F-2

En este tenor resulta destacable los trabajos de escultoras pioneras hoy mundialmente reconocidas como la francesa Louise Bourgeois (1911-2010), quien pudo transmutar a contracorriente dentro de las prácticas artísticas, pasando del dibujo a la escultura, para rendirle un profundo y persistente homenaje oblicuo de amor a su madre, al tiempo que denunciaba el maltrato e infidelidades por parte de su padre, a través de sus célebres “arañas”.

Pese a la mirada del amor romántico y la férrea presencia de la familia y los roles sociales de género desde la óptica masculinizante, en el arte contemporáneo se han presentado sensibilidades y dislocaciones discursivas que proponen otro tipo de visiones en torno a la figura materna, desarticulando de sus atavíos y discursos hegemónicos para darle una revitalización incluso política, al ser la crianza un acto de apoyo mutuo que articulan tanto madres como abuelas, amigas y, en algunos casos, también padres.

De Frida Kahlo mostrando su social e inaceptable dolor por no ser madre en su obra Cesárea inconclusa, donde yace su cuerpo junto a la de su bebé muerto y los médicos, pasando por las pinturas de artistas como Magda Eunice Sánchez o Nan Cuz, por citar escasos ejemplos, el arte ha sido un vehículo de transgresión, denuncia y de apropiación de una experiencia dolorosa, real y propia fuera de los cánones imperantes, siendo la instalación la abstracción y la conceptualización no lineal un camino para expresar de forma mucho más detallada.

En este sentido, las obras de artistas como Anna María Maiolino, Anna Álvarez-Errecalde, o la misma Louise Bourgeois nos plantean una visión de maternidad, para ciertos ojos incluso contradictoria. Pero esto, lejos de atomizar o dividir la discusión y el impacto estético, logran ampliar, diversificar y sobre todo enriquecer las perspectivas en torno a las implicaciones de ser mamá en el mundo, bajo los distintos contextos y recontextualizaciones.

“Tu madre es un monumento. Un recordatorio constante. Un buen consejo. Un ángel en tu hombro con mucha actitud”, ha escrito lapidaria y afectuosamente Najja Moon sobre la pieza’' Your Mom ‘s Voice in the Back of Your Head.
“Tu madre es un monumento. Un recordatorio constante. Un buen consejo. Un ángel en tu hombro con mucha actitud”, ha escrito lapidaria y afectuosamente Najja Moon sobre la pieza’' Your Mom ‘s Voice in the Back of Your Head.

Hablamos también de una historia no oficial, de un camino abierto por mujeres artistas de generaciones pasadas, el cual ha dado pie a obras contemporáneas verdaderamente innovadoras, como la destacada y joven artista Najja Moon, afincada en Miami, quien a través de su pieza reciente titulada “Your Mom’s Voice in the Back of Your Head” plantea una escultura sonora dedicada al vínculo personal, complejo y profundo, aunque también universal entre las madres y sus hijos.

Hoy artistas como Claudia Cirici, Priscilla Bianchi, Paula Nicho, Ana Álvarez Errecalde, Chto Delat, Claire Fontaine, Lenka Clayton, Zanna Gilbert, Núria Güell, Ai Hasegawa, Amelia Hernánde, Pesin Kate, María Llopis, Irene Lusztig, Marge Monko, Frida Orupabo, Canan Şenol, Carmen Winant, entre muchas otras, están redireccionando la brújula de la cosmovisión materna hacia un lugar mucho más ubicuo y propicio para reflexionar sobre el papel de una figura esencial humana, que incluso hoy se encuentra relegada o en desventaja.

Sobre la firma

Ricardo Pineda
Es branded content analyst para El PAÍS México. Periodista, locutor y especialista en contenidos y estrategias digitales. Trabajó en Forbes México, El Financiero, Radio UNAM e Infosel Financiero. Ha colaborado también como columnista sobre temas culturales en diversos medios locales. Es egresado de la UNAM y actualmente vive en Ciudad de México.
_
_