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“No me jueguen o los decapito”: los audios que amargan el cierre de año a Rodrigo Chaves

La Fiscalía impide el deseo del presidente de Costa Rica de censurar las publicaciones que revelan polémicas conversaciones grabadas por una exministra

Presidente de Costa Rica
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, este lunes en San José.Jeffrey Arguedas (EFE)

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, cierra su 2023 envuelto en los cuestionamientos más complicados de toda la gestión, al revelarse audios con conversaciones del equipo de comunicación presidencial sobre polémicos planes que incluían tácticas contra medios de prensa considerados enemigos por el cáustico gobernante, quien al acercarse el mes 20 del mandato sufre la erosión de la alta popularidad que tenía en el primer año.

No es el primer momento apremiante para el mandatario desde que asumió el poder en mayo de 2022, pero en esta ocasión la dificultad es mayor porque se trata de las propias palabras pronunciadas por Chaves o sus más cercanos colaboradores en pláticas con Patricia Navarro, quien ejercía como ministra de Comunicación y ahora, casi un año después de su despido, es tildada de “traidora” y “criminal”. Ella entregó las grabaciones al diario La Nación y desató una serie de publicaciones que se han extendido por 10 días y que han acelerado cuestionamientos y críticas contra Chaves y su actual responsable de comunicación Jorge Rodríguez, quienes presentaron una denuncia penal e intentaron sin éxito detener las informaciones.

En la serie de revelaciones hay información sobre un plan para quitar pauta publicitaria de medios considerados adversarios e impedirles entrevistar a ministros, sugerencias del mandatario para la aparente participación de un amigo de Chaves en un contrato por 400.000 dólares financiado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que primero negó información por ser una entidad internacional y después de las publicaciones publicó parte del expediente. También se conoce ahora sobre al menos una orden de Chaves para que agentes de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) intervinieran teléfonos de ministros que hubieran filtrado información a la prensa.

Todo fue dicho de manera descarnada, sin cautelas, con calificativos como “raza de hijueputas” a miembros del gabinete, “vieja estúpida” a una periodista crítica, “perra” al presidente del gremio de periodistas o “idiota”, el calificativo que según Chaves recibía de niño de parte de su propio padre cuando le daba una orden inmediata. Además se supo que el día en que tomó el poder, el 8 de mayo de 2022, presentó un supuesto decreto contra la obligatoriedad de vacunación contra covid-19, pero en apariencia para ese momento era sólo un papel sin contenido, un caso que se filtró a la prensa y enojó al presidente.

Las presiones a los medios: “Ayúdeme, tengo una pistola en la cabeza”

También se conoce ahora la manera en la que Chaves presiona a jerarcas de entidades públicas para que le obedezcan en sus afanes por manejar los recursos de Gobierno para comunicación. “No me jueguen juegos porque los decapito”, dijo el gobernante en aparente referencia a posibles despidos para que los jerarcas del aparato gubernamental aceptaran la estrategia que él llama “democratizar la pauta”, que consiste en quitar los presupuestos de publicidad estatal de medios tradicionales y distribuirlos en plataformas nuevas, pequeñas y regionales, incluidas algunas que le son afines. En una audiencia ante diputados en noviembre, una encargada comercial de la empresa estatal de telecomunicaciones dijo que recibió de su jefe la frase: “Ayúdeme, tengo una pistola en la cabeza”, en referencia a la orden superior de quitar publicidad en Teletica, la mayor televisora del país.

Los contenidos, que abundan sobre algunos de los cuestionamientos surgidos en meses recientes, marcan el cierre del año calendario para Chaves, que no negó la existencia de las conversaciones grabadas, pero corrió a presentar una denuncia penal contra Navarro y el periódico que divulgó los audios por considerar que se vulneraron comunicaciones privadas. “Es una criminal confesa”, dijo Chaves sobre la exjerarca antes de que la Fiscalía Adjunta de San José rechazara la solicitud de detener las publicaciones, con el argumento de que los audios contienen diálogos sobre dinero y contratos públicos. Navarro también ha entregado esas grabaciones a la Fiscalía, sin que se haya anunciado aún la apertura de algún expediente penal contra Chaves adicional a las 33 causas que tiene pendientes hasta noviembre por diversos motivos.

Chaves tampoco ha modificado su gabinete por este caso, pero en esta semana sí ha negado ahora cercanía con un publicista llamado Federico Cruz que le ha servido como asesor ad honorem y que ahora preside un nuevo partido de tendencia oficialista. Cruz fue el estratega de la campaña electoral del 2022 en la que Chaves triunfó de la mano de un discurso contra la corrupción y contra la política tradicional, incluidos medios de comunicación críticos a los que prometió destruir, incluido el diario La Nación.

En rueda de prensa el miércoles pasado, Chaves apenas mencionó el caso y prefirió exaltar los favorables números macroeconómicos con los que cierra el 2023: crecimiento del PIB por encima de los promedios internacionales, inflación más baja que el resto de países, reducción del déficit fiscal, baja en la deuda del Gobierno, aumento de exportaciones e incluso una extraña revaluación del colón ante el dólar, con el tipo de cambio más bajo en casi una década. “Ha sido un año milagroso” para la economía, ha dicho el presidente, que en noviembre —antes de los audios— recibía una aprobación del 51% de la población, 29 puntos menos que cuando comenzó a gobernar.

Los números de la economía le permiten a Chaves responder sobre su gestión ante las críticas por el descalabro de la seguridad que se muestra con la mayor cantidad de asesinatos en la historia del país en este 2023, proyectado para finalizar con casi 900 muertes. Aunque en abril rechazó crisis alguna con los homicidios, la mayoría ligados a peleas entre grupos del narcotráfico, en meses recientes ha reaccionado con proyectos de ley y mayor vigilancia en el principal puerto del país, pero repartiendo culpas entre el Poder Legislativo y Poder Judicial, como parte de su estilo de frecuente de choque con instituciones ajenas al Ejecutivo.

Las revelaciones de los audios sólo han venido a aumentar las críticas desde la Asamblea Legislativa, dominada por grupos opositores que mantienen abiertas investigaciones políticas por el financiamiento electoral de 2022 y por los manejos de contratos de comunicación estatal. “No es un tema simple, es un modus operandi, nos lleva a negocios”, dijo una diputada llamada Vanessa Castro, del conservador Unidad Social Cristiana, quien antes había lanzado críticas contra Chaves por ataques a la libertad de prensa. “El presidente actual ha demostrado un preocupante patrón de comportamiento que podría poner en peligro nuestra democracia”, ha dicho a tono con las observaciones aportadas por el gremio y organizaciones internacionales sobre malas señales del Gobierno actual contra el clima de amplia libertad de expresión que por años ha primado en Costa Rica.

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