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El ministro de Interior rectifica a Petro y asegura que no se decretará la emergencia económica

Juan Fernando Cristo le aconseja al presidente no sumar esta medida al estado de excepción

Juan Fernando Cristo durante una reunión con el Consejo de Seguridad
Juan Fernando Cristo durante una reunión con el Consejo de Seguridad, el 17 de enero en Tibú, Colombia.Joel_Presidencia (Presidencia de Colombia)

Gustavo Petro anunció el estado de excepción y la emergencia económica el lunes por la noche en un largo mensaje de Twitter en el que el encabezado era otro. Se le podría haber pasado por alto a alguien no muy atento. En teoría, es una medida contundente que debe poner en guardia a toda la estructura del Estado. El presidente cree que la situación es crítica en la frontera entre Colombia y Venezuela, en el Catatumbo, donde dos grupos armados se enfrentan a sangre y fuego. La atención de Petro, sin embargo, se dispersó a los pocos minutos. Escribió una seguidilla de mensajes sobre el dúo Donald Trump-Elon Musk y otros asuntos que consumía por Internet en tiempo real. La conmoción interna, a pesar de la urgencia, no se ha promulgado todavía; debe declararse formalmente con un decreto que firmen todos los ministros. Y la económica ni siquiera se va a activar.

Así lo ha asegurado este miércoles el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, en unas declaraciones a la prensa: “Sale un solo decreto, el de conmoción interior. Por el momento no es necesario el estado de emergencia económica, social y ambiental”. Cristo, un veterano político de Norte de Santander, el departamento que contiene al Catatumbo, se opuso a declarar la emergencia económica por considerarla inconveniente, aseguran fuentes del alto Gobierno.

Algunos constitucionalistas argumentan que no puede haber dos estados de excepción vigentes simultáneamente, aunque el presidente anunció en su mensaje inicial que se proponía declarar tanto la conmoción interior como la emergencia económica. Otros han señalado que no veían la sustancia de declarar la emergencia económica, pero sí de decretar la conmoción interior. Como sea, ambas declaratorias tienen que pasar el filtro del control constitucional. A la conmoción interior se opusieron las plataformas de derechos humanos, con las que el presidente Petro estaba reunido ayer en la Casa de Nariño.

Cristo viaja este miércoles a la pequeña ciudad de Ocaña, que ya ha recibido 11.000 desplazados, y también a su natal Cúcuta, donde se reunirá en la tarde con el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y con el gobernador del Norte de Santander, William Villamizar. A la capital del departamento han llegado más de 15.000 de las 32.000 personas desplazadas por la violencia en el Catatumbo, de acuerdo con el último balance de la Defensoría del Pueblo. El Gobierno trata de frenar una situación de violencia desatada que afecta a miles de civiles. El ELN se enfrenta a una disidencia de las FARC por el control de esa zona, rica en hojas de coca.

Lo paradójico es que ambos grupos armados se encuentran en negociaciones de paz con Petro. No ha servido de nada la mano tendida del Gobierno, dispuesto a pacificar el país. La violencia no ha cesado, sobre todo en los lugares remotos, donde menos presencia hay del Estado. El presidente ha enviado más de 600 militares más a la zona, pero por el momento la situación sigue descontrolada. El ELN ha advertido que no parará hasta que saque a su enemigo de ese territorio, en el borde con Venezuela. Ha habido enfrentamientos a campo abierto, pero también escaramuzas en pueblos y asesinatos selectivos. Petro ha dicho que nos encontramos ante una de las mayores crisis de Colombia en la historia moderna.

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