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Colombia se enfrenta al riesgo de quedarse a oscuras ante la falta de energía

El ministro del ramo ha asegurado que pronto lloverá y que se podrán abastecer los embalses. Pero los expertos explican que no hay certezas de que se pueda evitar un racionamiento

apagones en colombia
Un empleado pasa junto a paneles solares durante la construcción de la planta solar Ecopetrol SA, operada por AES Colombia.Nicolo Filippo Rosso (Bloomberg)
Lucas Reynoso

Colombia se asoma en estos días al abismo del racionamiento eléctrico. La lluvia no ha llegado en abundancia como esperaba el Gobierno en abril y la sequía que produce el fenómeno de El Niño se ha agravado. Las reservas hídricas están al 29%, según los últimos datos de XM, la empresa encargada de operar el sistema eléctrico. Es apenas dos puntos porcentuales por encima del nivel crítico de 27%, que forzaría al país al primer racionamiento eléctrico en más de 30 años. Las alarmas se han encendido y han puesto el tema en el centro de la agenda. Aunque el ministro de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho, ha reiterado que pronto lloverá y que se podrá evitar el racionamiento, los expertos consultados alertan de que no hay certezas.

Parte del problema se encuentra en la matriz energética del país, según explica por videollamada José Reinaldo Vuelvas, director de la maestría de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Javeriana. “La energía hidráulica representa el 70% del suministro y es nuestro mayor beneficio porque hace que nuestra matriz sea muy limpia. Pero también es nuestro peor enemigo porque, a la vez, nos hace muy dependientes del clima”, remarca. Si llueve poco, los embalses se vacían y las turbinas se quedan sin posibilidad de generar energía. Las centrales térmicas, con gas, carbón y líquidos, no alcanzan el 30% en condiciones normales. Las energías renovables no convencionales, en tanto, todavía son marginales.

Otra parte del problema es que la demanda ha aumentado un 7,5% entre marzo y el mismo mes del año anterior, según datos de XM. Es el triple que el crecimiento promedio de 2,5% que se solía registrar cada año. El incremento ha sido del 10,5% en el Caribe, una región que ha padecido especialmente las altas temperaturas de El Niño y que ha tenido mayor necesidad de aumentar el consumo de energía para los mecanismos de refrigeración. El sistema no da abasto: las lluvias actuales solo permiten generar 60 gigavatios hora día de los 232 que se necesitan. Las centrales térmicas, más contaminantes y caras —requieren de la compra de combustible—, se han activado en todo el país por la emergencia, pero solo llegan a aportar otros 110. Eso resulta en que los 60 gigavatios restantes que se necesitan se produzcan con agua de las reservas, lo que va vaciando los embalses.

El ministro Camacho aseguró el miércoles en una entrevista con W Radio que el racionamiento no está entre los escenarios que contempla el Gobierno. “El fenómeno de El Niño ya muestra señales de debilitamiento”, remarcó. “Empezaríamos un proceso de recuperación de los embalses y podríamos tener garantía de que no hay racionamiento”, agregó. Además, destacó que el año pasado se realizaron labores de mantenimiento de centrales térmicas que ahora entraron en operación y que el fin de semana se suspendió la venta de energía a Ecuador. El presidente Gustavo Petro, por su parte, lamentó haber tenido que tomar esta decisión con respecto al país vecino. “Mi compromiso con el [ex]presidente Lasso fue proveer el servicio hasta que no se pusiera en peligro la misma estabilidad eléctrica de Colombia”, dijo en sus redes sociales, con lo que aceptó que la situación del sistema energético de Colombia es difícil.

Justamente, los expertos comentan en conversación con este periódico que no es posible descartar un racionamiento. Clara Inés Pardo, experta en políticas energéticas y profesora de la Universidad del Rosario, señala en una videollamada que las previsiones de lluvias ya han fallado en las últimas semanas. “Nadie es mago para decir si mañana llueve o no y que llueve dónde se necesita [y por el tiempo requerido]”, dice. Algo similar opina Sandra Fonseca, directora del gremio de consumidores Asoenergía, que agrega que pueden ocurrir incidentes que agraven una situación que ya está al límite. Puede, por ejemplo, fallar una central térmica que ya está al máximo de capacidad o haber problemas en una línea de transmisión.

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Hay varias críticas de fondo al Gobierno. Más allá de un incremento de temperaturas, que ocurrió en todo el mundo, Fonseca comenta que el manejo de la crisis se ha visto obstaculizado por la falta de nombramientos en la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), la entidad encargada de regular el sector y a la que describe como “inoperante”. También lamenta que no hubiera una campaña de ahorro masivo adecuada en los últimos meses, con incentivos como remunerar a los usuarios que redujeran el consumo. El profesor Vuelvas, por su parte, coincide en que el Ejecutivo “ha sido un poco lento en su actuación” y comenta que podrían haberse implementado programas para penalizar a quienes consumieran demasiada energía. “Si hubiésemos arrancado hace unos meses, poco a poco, el nivel estaría más arriba y tendríamos más margen”, afirma.

Los gremios también han expresado su descontento. Natalia Gutiérrez, directora de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), comenta por escrito que el sector “levantó las alarmas hace más de un año”. “El parque generador entero está cumpliendo con lo que se comprometió, el diseño de mercado cumplió. Lo que hoy tenemos es un atraso en proyectos de energía que se suma a que no se atendieron las alarmas con antelación”, subraya. Para Acolgen, hay además un problema estructural en la falta de avances en la capacidad de generación eléctrica: se esperaba ingresar 6.608 nuevos megavatios en 2023 y solo se sumaron 1.142. Apenas hay avances en energía solar y eólica, que incorporaron el 5% y el 0% de lo proyectado, respectivamente.

Las soluciones a largo plazo varían. Fonseca, que fue gerente de la Empresa de Energía de Bogotá designada por Petro como alcalde de la ciudad, considera que hay que construir embalses más grandes para los tiempos de abundancia, con capacidad de reserva multianual y no solo de un par de meses. Los profesores Pardo y Vuelvas, en tanto, enfatizan más en la diversificación de la matriz energética. Ambos reconocen, no obstante, que en los últimos meses ha habido problemas burocráticos con trámites enredados para nuevas iniciativas de energía solar y dificultades para obtener la aprobación de las comunidades indígenas de La Guajira con los proyectos eólicos y especialmente con la colectora, la infraestructura clave para conectar la generación por turbinas con el sistema nacional.

La única certeza sobre un racionamiento es que sería un fuerte golpe para una economía que apenas crece y que es algo que cualquier Gobierno evitaría a toda costa. No hay detalles sobre cómo se implementaría, ya que el último fue entre 1992 y 1993. La reglamentación correspondería al Ministerio. Sin embargo, los expertos coinciden en que, mientras tanto, es importante la concientización de los consumidores sobre el uso de energía. “Muchos creen que con los electrodomésticos con energía eficiente pueden gastar sin límite. Pero tener cuatro televisores prendidos hoy en día consume igual que el televisor de hace 20 años. Creen que con las bombillas LED ahorran energía, pero por eso prenden todas y eso no sirve”, comenta la profesora Pardo.

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